AIMPLAS hace balance de sus líneas de investigación para fortalecer la I+D+I empresarial en el sector de los plásticos

AIMPLAS hace balance de sus líneas de investigación para fortalecer la I+D+I empresarial en el sector de los plásticos

El Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS), gracias a las ayudas del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), ha potenciado durante 2023 actividades de I+D independientes para seguir liderando, impulsando y fortaleciendo la I+D+I empresarial y la transferencia del conocimiento en el sector de los plásticos. 

Asimismo, el Centro Tecnológico ha avanzado en sus nueve líneas de investigación. En la línea de Agricultura y silvicultura sostenible, estas ayudas han permitido a AIMPLAS impulsar productos de plasticultura y acuicultura más sostenibles, por ejemplo, films para cubiertas con control de longitud de onda, desarrollar nuevos biopolímeros a partir de subproductos de la biomasa vegetal, terrestre y acuática, por ejemplo, almidones y algas, o valorizar diferentes productos con alto contenido en fibra, como son los rastrojos, para obtener materiales plásticos símil madera y símil cartón.

Por su parte, en la línea de Cambio Climático, el Centro Tecnológico valenciano ha trabajado en dos vertientes. Por un lado, en la descarbonización de la economía, mediante el diseño de nuevos equipos de adsorción de CO2 y otros gases contaminantes, sistemas de fotodegradación de los contaminantes en aguas, y reacciones de hidrogenación de amoniaco para futuras obtenciones de hidrógeno. Y, por otro lado, las investigaciones en el marco de esta línea también van dirigidas a potenciar una construcción sostenible, a través de nuevos procesos y reformulaciones de PVC utilizando material reciclado y aditivos y cargas más sostenibles.

En cuanto a Movilidad Sostenible y del futuro, AIMPLAS ha abordado cuatro grandes desafíos: la sostenibilidad, la conectividad, la electrificación y la seguridad. Para ello, ha apostado por el aligeramiento estructural de los vehículos mediante el desarrollo de composites termoplásticos, termoestables, y por el aumento de la eficiencia energética a través de estructuras como el tanque de hidrógeno, o carcasas de batería.

En el ámbito de la Seguridad alimentaria, se ha seguido trabajando en polímeros naturales y en envases reutilizables. En el primer caso, evaluando nuevas fuentes alternativas de estos polímeros, y en el caso de los envases reutilizables, evaluando estos materiales en diferentes ciclos y en condiciones de altas temperaturas.

Durante 2023, AIMPLAS también ha potenciado su investigación en Economía Circular poniendo el foco en dar solución a los residuos y en optimizar todos los procesos de reciclado. En la línea de Salud, el Centro Tecnológico ha avanzado en procesos de encapsulación para incorporar antimicrobianos en la lucha contra las IRAS (las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria). Paralelamente, ha desarrollado biosensores para su identificación precoz en los hospitales y así poder luchar contra la enfermedad antes de que se presente. 

En cuanto a Tecnología química, el AIMPLAS ha puesto el foco en el desarrollo y escalado en planta piloto de diferentes polímeros, sobre todo biopolímeros obtenidos a partir de la valorización de residuos de fuentes agroindustriales. En la línea de Caracterización de materiales, se ha centrado en el estudio de los ensayos mecánicos dinámicos, mediante ciclos de fatiga y de temperatura, que se emplean para caracterizar materiales en sectores complejos y de alta exigencia como el aeroespacial. En biodegradación de materiales, la actividad se ha focalizado en optimizar la evaluación de la biodegradación en medio marino, aumentando la sensibilidad del método.

En el campo de la Industria 4.0, se ha trabajado en dos grandes ámbitos, en la fabricación aditiva, con el desarrollo de nuevos materiales, como un filamento conductor eléctrico o materiales en polvo, y en electrónica impresa, con nuevos sensores piezoeléctricos. También se ha investigado en una tercera línea derivada de la unión de ambos mundos, que permite obtener objetos impresos en 3D con electrónica integrada, como sensores impresos o resistencias calefactables. También se ha abordado la robótica blanda, a través del desarrollo de materiales blandos para articulaciones en humanoides con electrónica 3D integrada para controlar la flexión, el movimiento y otros parámetros.

Por último, gracias a este apoyo del IVACE, AIMPLAS, también ha desarrollado la primera fase de su Plastics Living Lab, un espacio dinámico que permitirá complementar su sistema de innovación con un sistema de validación de los demostradores de I+D+i, alineado con los ODS y con mayor impacto medioambiental y social. 

Proyecto BUILD-LIMONENE

Por otro lado, el Centro Tecnológico AIMPLAS impulsa el desarrollo de nuevos materiales sostenibles y eficientes para el sector de la construcción obtenidos a partir de dióxido de carbono (CO2) que genera la industria del tejido industrial de la Comunitat Valenciana y los residuos que produce el sector citrícola.

AIMPLAS hace balance de sus líneas de investigación para fortalecer la I+D+I empresarial en el sector de los plásticos

El proyecto busca aportar nuevas formulaciones sostenibles a partir de CO2 y residuos de la industria cítrica valenciana aplicadas a formulaciones para materiales del sector de la construcción.

El objetivo de esta iniciativa, bautizada como BUILD-LIMONENE, radica en el desarrollo de nuevos aditivos y materiales biodegradables aplicables al sector de la construcción y con menor huella de carbono que constituyan una alternativa real a los existentes en el mercado. Sus aplicaciones más demandadas serán polímeros sostenibles, aditivos y recubrimientos, entre otros.

Esta nueva tecnología contribuirá a revalorizar los residuos provenientes de diferentes sectores industriales de gran importancia en la Comunitat Valenciana, como son el agroalimentario y en especial el de la transformación de cítricos o el de coatings sostenibles para la construcción. BUILD-LIMONENE permitirá utilizar la piel de los cítricos y las emisiones de CO2 generadas para aplicarlos a productos utilizados en la construcción.

Este proyecto presenta una ventaja añadida respecto a los mercados tradicionales de aditivos y recubrimientos para materiales de construcción, ya que, en la actualidad, la mayoría de los productos que se ofrecen se obtienen a partir de materia primas de origen fósil y las alternativas sostenibles son prácticamente inexistentes.

Con este fin, se están estudiando los procesos de producción de los policarbonatos y poliuretanos basados o sintetizados a partir de CO2 para abrir un nuevo campo de innovación que impulse el desarrollo de materiales de construcción menos nocivos para la salud humana y el medio ambiente.

Proyecto RECIMAP

Asimismo, AIMPLAS participa en el proyecto RECIMAP que pretende abrir nuevas vías para abordar la problemática de los residuos plásticos complejos, como los textiles con mezclas de algodón-poliéster, impulsando así una economía circular sostenible en el sector. 

AIMPLAS hace balance de sus líneas de investigación para fortalecer la I+D+I empresarial en el sector de los plásticos

La investigadora de Reciclado Químico en AIMPLAS, Belén Taroncher, destaca que “el proyecto RECIMAP contribuye significativamente a la economía circular, ya que la cantidad de residuos textiles que se recogerán en los próximos años se prevé que siga aumentando, en parte debido a las regulaciones europeas relacionadas con la responsabilidad ampliada del productor (RAP). Esto plantea la necesidad de encontrar soluciones efectivas para estos residuos y brinda oportunidades a las empresas valencianas para mejorar su competitividad”. 

En concreto, se investiga una innovadora vía de reciclaje que transforma estos residuos complejos en materiales reciclados de alta calidad y en ácido láctico, un componente esencial para la producción de ácido poliláctico (PLA). RECIMAP se enfoca en la separación selectiva de mezclas de algodón y poliéster mediante la síntesis y el uso de líquidos iónicos, una alternativa más sostenible desde el punto de vista ambiental a los disolventes tradicionales. La fracción de poliéster se reciclará utilizando técnicas mecanoquímicas para obtener poliéster reciclado, mientras que la fracción de algodón se utilizará para la producción de ácido láctico a través de un proceso de fermentación ácido-láctica. El ácido láctico es un producto de alto valor y gran demanda en la industria del plástico, especialmente como componente del PLA.

“El proyecto RECIMAP representa una innovación técnica y empresarial significativa al abordar un nuevo enfoque de reciclaje que no solo valora los residuos textiles complejos, sino que también genera materiales reciclados de alta calidad y alto valor económico. Esto incluye el poliéster reciclado, con una menor huella de carbono que el poliéster virgen, y el ácido láctico, un componente esencial para la producción de PLA” explica Taroncher, investigadora principal del proyecto en AIMPLAS. 

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