El Centro Tecnológico AIMPLAS -perteneciente también a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (REDIT)- está llevando a cabo la investigación y desarrollo en nuevas tecnologías y procesos orientados a la búsqueda de alternativas sostenibles, eficientes y más respetuosas con el medio ambiente que los procesos tradicionales.
Mecanoquímica frente a los químicos
La mecanoquímica o química verde es una rama de la química que está ganando terreno rápidamente como una alternativa sostenible y eficiente a las metodologías tradicionales basadas en disolventes. A través del proyecto MECHANOCHEMISTRY, el Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS), está explorando esta tecnología para impactar en la síntesis de nuevos materiales y catalizadores, así como en el reciclado de plásticos posconsumo.
Según ha explicado la investigadora en mecanoquímica y extrusión reactiva en AIMPLAS, Ana Mangas, “la mecanoquímica juega un papel fundamental para potenciar el reciclado químico de plásticos hacia técnicas libres de solventes y eficientemente energéticas. También ha demostrado su eficacia para la síntesis de una amplia gama de materiales, incluyendo catalizadores, biopolímeros y plásticos, compuestos farmacéuticos, etc. Además, la mecanoquímica también puede producir materiales con propiedades únicas que son difíciles o imposibles de obtener por otros medios, lo que la convierte en una herramienta valiosa para la investigación y el desarrollo de nuevos materiales con aplicaciones en campos como la electrónica, la energía y la medicina”.
MECHANOCHEMISTRY se sitúa a la vanguardia de la investigación de procesos de síntesis y reciclado de plásticos, proporcionando soluciones innovadoras para que las empresas de la Comunitat Valenciana puedan mejorar la eficiencia de sus procesos de síntesis y reciclaje, reducir los costos de producción y mejorar la sostenibilidad de sus operaciones, mejorando así su competitividad.
Solvólisis para reciclar biocomposites
Por otro lado, la industria de la aviación está aumentando el uso de materiales biocomposites en sus componentes para mitigar su impacto medioambiental. Los biocomposites emplean fibras naturales como refuerzo y resinas procedentes de fuentes renovables. Sin embargo, la novedad y heterogeneidad de estos materiales, su naturaleza termoestable y el hecho de que carezcan de fibras de carbono, con un alto valor de mercado, dificulta dar con una solución eficiente para su gestión cuando al llegar al final de su vida útil se convierten en un residuo.
AIMPLAS y el centro holandés TNO han finalizado el proyecto ELIOT que ha permitido realizar una profunda revisión de las tecnologías actuales de reciclado tanto de composites como de biocomposites que se emplean en el sector aeronáutico para analizar las alternativas más factibles técnicamente a escala planta piloto y viables desde el punto de vista técnico y económico. Como resultado del estudio, la solvólisis se presenta como el mejor método de entre las 12 tecnologías analizadas para el reciclado de seis biocomposites diferentes.
Este estudio contribuye a impulsar tecnologías de reciclado a un coste eficiente que permitan a la industria aeronáutica garantizar la sostenibilidad de sus componentes en la búsqueda de nuevas soluciones alineadas con la Economía Circular. Otras de las tecnologías analizadas a lo largo del estudio han sido el reciclado mecánico, disolución, degradación enzimática, gasificación o el compostaje.
Hidrogeles a partir de algas marinas
AIMPLAS también está trabajando en para aportar soluciones al creciente problema del empobrecimiento del suelo. En esta línea, está desarrollando hidrogeles a partir de algas para una mejor gestión del agua, films agrícolas biodegradables que contribuyen al crecimiento de la planta mientras se descomponen y films térmicos para el aumento del rendimiento de los cultivos.
Con un enfoque sinérgico, el proyecto SOILCARE ofrecerá soluciones para mejorar la calidad del suelo de cultivo en todos los aspectos: control del agua, de fertilizantes y de la radiación solar.
Tal y como explica el investigador de Agricultura y Medio Acuático en AIMPLAS, Alberto González, en el marco de este proyecto “AIMPLAS desarrollará hidrogeles a partir de polímeros biodegradables de origen natural, en concreto, procedentes de diversas especies de algas marinas, por su gran capacidad para retener la humedad del suelo. Con ello, contribuiremos a prácticas agrícolas con una mejor gestión del recurso del agua, mediante un producto orgánico y sostenible, alejado de los hidrogeles convencionales que contienen ácido acrílico”.
En conjunto, el proyecto SOILCARE dará soluciones a la necesidad de revertir el acelerado deterioro y empobrecimiento de los suelos y tierras baldías, tan directamente relacionado con aspectos cruciales como la seguridad alimentaria, la disponibilidad de agua potable o la conservación de la diversidad biológica y la utilización de insumos químicos.