El Instituto Tecnológico Cerámica (ITC-AICE) -adscrito en la Federación Española de Centros Tecnológicos (Fedit) al formar parte de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana (REDIT)- ha anunciado que está participando en dos proyectos. Uno de ellos, LIFE NANOHELATH, impulsa la mejora de la salud; mientras que el otro, CIRCOM, tiene como principal objetivo: la aplicación de economía circular a los sectores construcción y metalúrgico a través de la tecnología de activación alcalina.
LIFE NANOHEALTH
El proyecto LIFE NANOHEALTH -coordinado por el Centro Tecnológico ITC-AICE (REDIT)- avanza en la mejora de la salud en entornos industriales y el pasado mes de diciembre celebró una reunión de seguimiento entre los miembros del consorcio para comprobar los avances que se están llevando a cabo en este proyecto, cuyo objetivo principal es mejorar la salud laboral de aquellas personas que estén trabajando en entornos industriales y tengan una exposición a nanopartículas.
Este objetivo abarca otra serie de objetivos específicos que tienen en cuenta tanto el marco científico-técnico como el marco legal.
Entre las acciones destaca la construcción del llamado NANOHEALTH PURIFIER, un purificador de aire que ya está en macha, de hecho existe un segundo diseño de un prototipo que se espera que esté completado a finales de enero de 2024, de modo que ya se podrán efectuar campañas de mediciones en las empresas y evaluar la eficacia de este dispositivo, que contiene una serie de filtros para mejorar la calidad del aire en el interior de las empresas, especialmente en aquellas zonas en donde se detecta que existen nanopartículas que pueden afectar la salud de las personas que pasan allí gran parte de su jornada, en suma, se trata de disminuir la concentración de nanopartículas y tener un aire más limpio, ya que se ha constatado que existen algunos procesos altamente energéticos que generan estas nanopartículas. El purificador de aire se propone como una solución a la hora de minimizar la exposición en el marco de LIFE NANOHEALTH.
También destacan los avances en la herramienta denominada NANOHEALTH TOOL que se encuentra en pleno desarrollo y se validará en los próximos meses. La está desarrollando la Universitat Politènica de Catalunya y cabe señalar que controlar este tipo de nanopartículas es muy complicado puesto que en la actualidad los equipos y sensores para efectuar las mediciones son complejos de utilizar y tienen costes elevados. La idea es que esta herramienta vaya recogiendo factores de base de datos y medidas correctoras de forma que la persona que esté operando en la fábrica pueda seleccionar el proceso que está realizando y las medidas que tiene implementadas: a partir de ahí observar cómo esa generación de nanopartículas se dispersa en el ambiente y conocer dónde está la mayor concentración para poder tomar las medidas oportunas.
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CIRCOM
Por otro lado, el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC-AICE) -adscrito a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (REDIT)- está participando en el proyecto CIRCOM, cuyo objetivo fundamental es lograr la producción de materiales sostenibles con características cementantes fabricados a partir de residuos industriales generados en sectores como el del metal, por ejemplo, con el tratamiento de las escorias siderúrgicas, y el sector construcción, a través de los residuos de construcción y demolición, RCDs por sus siglas.
Actualmente existe un gran interés en buscar o desarrollar materiales que permitan mejorar las propiedades físicas, químicas y mecánicas de los actuales.
El proyecto CIRCOM aborda una doble necesidad medioambiental dentro de sectores como el de la construcción y el metalúrgico. Estos sectores, como industrias primarias masivas, generan de manera inherente a sus procesos productivos una gran cantidad de residuos que han de ser valorizados para hacerlos compatibles con el desarrollo sostenible, puesto que además consumen elevadas cantidades de materias primas y energía, agravando así la situación.
En este sentido, la tecnología de la activación alcalina, en la que el ITC tiene ya gran experiencia, es de gran ayuda para alcanzar este objetivo.
En el proyecto CIRCOM, y durante este primer año, se ha trabajado en la selección y recogida más adecuada de los residuos, así como en su análisis mediante distintos métodos de caracterización fisicoquímicos.
Por otra parte, el acondicionamiento de estos residuos es también un aspecto crítico que estudiar, puesto que deben ser homogéneos y con un determinado tamaño de partícula para asegurar los efectos deseados en las prestaciones del producto final.
En base al análisis de estos resultados previos, se han diseñado las formulaciones que permitan conseguir las propiedades óptimas para cada una de las aplicaciones propuestas, que serán empleadas en la fase final de CIRCOM y que están vinculadas a los sectores generadores de los propios residuos.
Estas aplicaciones son tres: el elemento prefabricado, o módulo constructivo, moldes de fundición y hormigón refractario, todos ellos libres de cemento Portland y con bajo impacto medioambiental.