Finaliza con éxito el Proyecto WATEREYE, liderado por CEIT, para reducir costes en la eólica offshore

El Centro Tecnológico CEIT ha liderado el proyecto WATEREYE, que acaba de finalizar, cuyo principal objetivo era reducir los costes de operación y mantenimiento de los aerogeneradores offshore.

La energía eólica offshore es una fuente de energía de muy rápido crecimiento debido a que proporciona altas potencias a la red de forma estable y a costes muy competitivos. Aun así, uno de los mayores problemas de esta energía viene dado por el difícil acceso a los aerogeneradores y por las complicadas condiciones ambientales del mar, que aumentan sustancialmente los costes de operación y mantenimiento (O&M) frente a los parques instalados en tierra. Estos costes pueden llegar a suponer un 30% del coste nivelado de la energía para un parque eólico offshore.

En concreto, la corrosión es la causa raíz de los altos costes de O&M y del fallo en las estructuras offshore, ya que tiene la menor probabilidad de detección y la mayor gravedad en caso de fallo. El seguimiento inadecuado de la protección contra la corrosión y la gestión inadecuada de la misma suelen provocar la degradación de las estructuras de soporte de las turbinas eólicas marinas. Además, el coste de reparación del sistema de protección contra la corrosión puede ser mucho mayor que el coste de la instalación inicial de dicho sistema por sí solo.

Mejorar el funcionamiento de los parques eólicos marinos

El objetivo principal del proyecto WATEREYE es reducir los costes de operación y mantenimiento de los aerogeneradores offshore, contribuyendo a mejorar el funcionamiento de los parques eólicos marinos mediante el seguimiento remoto de su salud estructural. Para ello, se ha propuesto un sistema novedoso de monitorización en tiempo real de la corrosión, que es un problema importante en este tipo de estructuras marinas. “El sistema que se ha desarrollado, está basado en ultrasonidos y busca monitorizar en continuo la estructura de acero desde el interior de la torre offshore, donde se despliegan unos nodos sensores que miden el espesor de la estructura y con ello su pérdida de grosor debido al fenómeno de la corrosión” explica Ainhoa Cortés, investigadora de Ceit.

La tecnología está compuesta por unos sensores fijos y un nodo sensor móvil basado en un dron. Esta solución móvil, que ha ayudado a desarrollar la empresa Delft Dynamics, hace volar el dispositivo de detección de ultrasonidos a un punto determinado dentro de la torre del aerogenerador para realizar la medición. El dron, que no puede utilizar GPS en el interior de la torre, se desplaza en base a la información que le proporciona una cámara de seguimiento combinado con otros sensores de posicionamiento hasta una serie de puntos críticos de la estructura, donde hace la medición del grosor automáticamente gracias a los sensores de ultrasonidos desarrollados por el Centro Tecnológico CEIT.

El proyecto finaliza con éxito al cumplir sus principales hitos

Tras tres años de trabajo el proyecto WATEREYE ha finalizado con éxito, cumpliendo los objetivos principales del mismo y buscando crear un impacto significativo en el funcionamiento de los parques eólicos marinos y su mantenimiento. Gracias a una detección temprana, inteligente y precisa de la corrosión en las estructuras, se reducirán los costes de los seguros, el esfuerzo de inspección de la corrosión (relacionado con los costes de operación) así como de los costes de mantenimiento y se mejorará la disponibilidad integrando los datos de corrosión.

El Proyecto WATEREYE nace en 2019, enmarcado dentro del Programa de Investigación e Innovación HORIZON 2020 de la Unión Europea y financiado con 4,7 millones de euros. El Centro Tecnológico Ceit ha liderado este proyecto de 3 años de duración en el que han participado las empresas Cobra (España), Semantic Web Company (Austria) y Delft Dynamics (Países Bajos); los Centros de Investigación y Desarrollo Flanders Make (Bélgica), Plocan (España) y Sintef (Noruega) y la Universidad Técnica de Delft (Países Bajos).

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