El Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) -adscrito en la Federación Española de Centros Tecnológicos (Fedit) por su adhesión a la Alianza Tecnológica Intersectorial de Galicia (ATIGA)-, el Centro Tecnológico CTC y la Mancomunidad de la Reserva del Saja conforman el consorcio del proyecto FORTEXVAL.
El proyecto FORTEXVAL persigue desarrollar un modelo de gestión forestal innovador que garantice la resiliencia de los bosques frente a posibles riesgos naturales, facilite la fijación de población y sea generador de empleo verde en las zonas rurales. Un triple beneficio que pasa por una nueva perspectiva para la valorización de los recursos agroforestales mediante la utilización de tecnologías de baja huella de carbono.
Se trata de una propuesta de bioeconomía circular, cuyo desarrollo tendrá lugar en el territorio de la Mancomunidad de la Reserva del Saja durante los próximos 17 meses.
Además de los socios del proyecto y de todos los grupos de interés asociados, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, también asistió a la puesta de largo de un proyecto que aspira a generar oportunidades de desarrollo en las zonas rurales.
FORTEXVAL plantea un modelo alternativo de gestión que permita optimizar los recursos propios de cada zona forestal. Una propuesta integral que contempla tanto técnicas de tracción animal para reducir el impacto ambiental durante la recogida de materiales como la obtención de nuevos productos de alto valor añadido a través del acondicionamiento y procesado de los elementos vegetales extraídos. De alcanzar los resultados esperados y dar el salto al nivel industrial, el proyecto estima la generación de 300 nuevos empleos tanto para realizar labores de gestión forestal como para participar en la generación de productos valorizados.
Con un presupuesto de 619.120 euros, FORTEXVAL cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.
La implementación de actuaciones sostenibles para la extracción de recursos agroforestales es la primera fase de esta iniciativa. La utilización de técnicas de tracción animal en lugar de maquinaria de tracción mecánica supone eliminar de la ecuación un elemento de alto impacto sobre el terreno y la biodiversidad. Optar por los caballos para acometer este tipo de trabajos supone recuperar una técnica ancestral propia de la zona y muy arraigada entre sus habitantes.
De este modo, FORTEXVAL -liderado por los Centros Tecnológicos CTC y CTAG (ATIGA)- combinará la tracción animal, cuya huella de carbono es sensiblemente inferior a la tracción mecánica, con equipo de última tecnología para el tratamiento de recursos forestales. Así se contribuye al mantenimiento preventivo de los bosques, se evita la degradación del suelo y se minimiza la pérdida de biodiversidad ocasionadas por las actividades forestales convencionales.
La valorización de los recursos forestales extraídos supondrá un nuevo vector de actividad económica para la comarca. En concreto, se aprovecharán los matorrales, las astillas y otros elementos de escaso valor para producir biochar: un carbón vegetal, con múltiples propiedades y numerosas aplicaciones de alto valor, considerado como el ‘oro negro’ de la naturaleza.
La producción de biochar se realiza calentando la biomasa en un entorno de bajo contenido de oxígeno a través de un proceso llamado pirólisis. El producto resultante es rico en carbono y tiene un inmenso potencial de desarrollo tanto para cerrar el ciclo de los residuos orgánicos, como incrementar el rendimiento de los cultivos o revitalizar el terreno. Entre los beneficios atmosféricos, el biochar reduce las emisiones de metano, los malos olores y facilita el atrape de carbono. Si nos fijamos en cómo afecta al sustrato, nos encontramos con que multiplica la fertilidad del suelo y frena la pérdida de nutrientes.
En concreto, el biochar producido en el marco del proyecto FORTEXVAL se experimentará también para mejorar espacios agroganaderos en terrenos de la Mancomunidad Reserva del Saja.
Del mismo modo, con el propósito de contribuir a definir las posibilidades adheridas a este material, el proyecto realizará un estudio experimental para validar su capacidad para almacenar agua (de interés para episodios de sequía provocados por el cambio climático), la liberación progresiva de nutrientes y la captura de contaminantes en el suelo.
En paralelo a estos dos procesos, también se plantea el uso de biomasa de baja densidad como carga en la formulación de componentes termoplásticos para automoción, con alto contenido en fibra natural.
El objetivo general del proyecto se encuentra alineado con 4 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la ONU. Estos objetivos son los de Igualdad de género (Objetivo 5), Trabajo decente y crecimiento económico (Objetivo 8), Producción y consumo responsable (Objetivo 12) y Acción por el clima (Objetivo 13). Además, cabe destacar que, de alcanzar los resultados esperados, el modelo propuesto puede resultar ejemplarizante y ser implementado en otras áreas con problemáticas sociales y ambientales similares.