ITI, Centro Tecnológico especializado en TIC, junto a AIJU, Instituto Tecnológico de producto infantil y de ocio, están trabajando en el desarrollo de un pasaporte digital para juguetes inteligentes de las empresas del sector, que evitará su falsificación y facilitará su reciclaje.
Según fuentes de la Policía Nacional, sólo en las últimas navidades se intervinieron más de 170.000 juguetes falsificados, y alcanzaban un valor de mercado superior a 1.200.000 euros. Según esta misma fuente, los juguetes llegaban a España desde China, burlando los controles de seguridad al estar totalmente desmontados y era en España donde se realizaba el montaje final.
En este sentido, cabe destacar que los productos incautados representaban altos riesgos para la salud y seguridad de los niños al emplear en su fabricación y elaboración materiales, pinturas y lacas altamente nocivas. Por ello, el proyecto DLT4AITOYS, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), permitirá controlar qué elementos forman parte de un juguete inteligente, registrando también las diferentes etapas de su fabricación y distribución. Además, permitirá a los usuarios identificar fácilmente las características del juguete, así como su procedencia.
Por otra parte, mediante los procesos de logística inversa, también se podrán introducir mejoras en el reciclaje de los elementos de estos juguetes una vez finalicen su vida útil, promoviendo la economía circular y reduciendo la generación de residuos. Esta información se almacenará y se podrá visualizar en la plataforma de Inteligencia Artificial desarrollada por AIJU, que integra servicios de IA como reconocimiento de imágenes, chatbots, análisis de sentimientos y emociones, y reconocimiento de voz. Por tanto, permitirá que la industria juguetera valenciana mejore la calidad de sus juguetes inteligentes y que estos puedan proporcionar un mayor valor pedagógico para los usuarios, y ecológico en la gestión del reciclado.
Juguete español, juguete sostenible
La introducción de un pasaporte de producto digital aumentará las posibilidades de que el producto sea reciclado o reutilizado, ya que dicho pasaporte incluirá información sobre el proceso de producción de cada producto para que los diferentes tipos de usuarios de toda la cadena de suministro puedan reutilizarlo o tratarlo de forma correcta a la hora de gestionar los residuos.
Como explica Jose Carlos Sola, coordinador del proyecto en AIJU, “introducir el pasaporte de producto digital lo antes posible en las empresas del sector del juguete es muy importante, ya que pronto empezará a ser una obligación y conviene estar preparados”. Además, señala que, “necesitamos conocer los componentes de los materiales y sus posibilidades de reciclado, de forma que los juguetes sean lo más sostenibles posibles”.
Esta iniciativa pretende mejorar la información de los productos a lo largo de todo su ciclo de vida, para que su diseño, fabricación, utilización y reciclado sean más sostenibles, reduciendo de esta forma el impacto medioambiental e impulsando, por consiguiente, la economía circular. De hecho, “las empresas jugueteras se están encontrando con un incremento en el precio de los materiales, sobre todo en el plástico, ya que desde principios de este año 2023 se les está aplicando un impuesto por su uso, dificultando así la subsistencia de las empresas jugueteras “, señala Jose Carlos Sola.
Para desarrollar el pasaporte digital de producto, será necesario que dichos pasaportes no vulneren los derechos de propiedad intelectual y garanticen la privacidad, ya sea mediante la encriptación de los datos, o bien, mediante otros sistemas de seguridad informática.
Tecnología para aumentar la confianza
Mediante la integración y despliegue de Distributed Ledger Technologies (DLTs), se persigue simplificar el intercambio de información, y al mismo tiempo, aumentar la confianza en entornos compartidos. Para ello, el Centro Tecnológico ITI, trabajará con tecnologías como Blockchain, con el objetivo de generar un registro digital seguro y transparente en los procesos de producción.
El resultado reforzará la confianza de los consumidores, ya que podrán conocer la trazabilidad del producto, desde las materias primas utilizadas en su producción hasta el marketing llevado a cabo. De esta forma, la calidad de los productos irá de la mano con su historial de producción.