Este control constante de la herida, especifica González, “permitirá minimizar el tiempo de detección y de terapia”, lo que contribuirá, a su vez, “a la reducción de los costes de los servicios clínicos” vinculados al tratamiento. El principal reto tecnológico del proyecto ha consistido en obtener un sistema sensor biocompatible, en un soporte sólido y reactivo a proteínas por indicación colorimétrica, estable en el tiempo y en las condiciones de uso en piel.

A este respecto, la novedad “más disruptiva del proyecto reside en llevar a cabo la integración de un sistema sensórico en un apósito, que permita monitorizar, en tiempo real, el estado de la herida, mediante la simple visualización de la coloración que presenta”, remarca el director de la Unidad de Impresión Funcional y Dispositivos Embebidos de Eurecat, Paul Lacharmoise.

Desde HARTMANN se considera que “esta nueva gama de productos inteligentes que se podrán desarrollar gracias a la nueva tecnología debe reforzar su posición única y de referencia en el sector sanitario relacionado con el cuidado de heridas”.

Un nuevo sistema biosensor
La innovación se basa en el conocimiento de Eurecat en nuevos materiales y en el desarrollo de procesos adecuados para hacer posible la producción de los apósitos inteligentes a gran escala.

Desde el punto de vista tecnológico, las unidades de Impresión Funcional y Dispositivos Embebidos y de Biotecnología de Eurecat están trabajando en los estudios enfocados a dilucidar los efectos de la bioseñalización bacteriana colorimétrica visual en un apósito de piel y a validar el sistema biosensor.