Esta clase de siniestros, en los que la estructura del vehículo es la única que puede absorber una parte de la enorme cantidad de energía cinética que acumula, suele tener como resultado la muerte de sus ocupantes. Solo en España y a lo largo de 2012, unas 444 personas fallecieron en esta clase de accidentes. Por unos 500 euros de media en cada instalación, el Crossafe desarrollado por Cidro es capaz de conservar la trayectoria del vehículo lo suficiente como para que no quede empotrado contra estas estructuras. Además de salvar la vida de los ocupantes de turismos, según los ‘crash test’ llevados a cabo en Cidaut, que también puedes ver en el vídeo de arriba, este salvacunetas también puede en determinadas circunstancias mitigar las lesiones de los motoristas.
Varios accidentes en los que el dispositivo de hormigón resultó vital para evitar lesiones
Según publica El Norte de Castilla ha habido varios accidentes en la región que han tenido menores consecuencias gracias a la instalación del dispotivo. El último ha sido un monovolumen que se salió de la calzada rumbo a una cuneta. «O lo que es peor, a un salvacunetas, ese paso que atraviesa las acequias y canales al borde de las carreteras y que se convierte en una trampa mortal cuando un coche o una moto impactan contra ella. La desaceleración es brutal y las consecuencias del choque, gravísimas. La calzada hacia Puente Duero fue la primera en disponer de este dispositivo. A los cuatro meses, dos mujeres sufrieron una salida de la vía y salvaron la vida cuando el vehículo se deslizó por él. En León, el año pasado, un conductor se salvó en el mismo punto kilométrico en el que pocos meses antes había fallecido otro conductor».
Cidaut tenía contabilizado otro caso, esta vez en Extremadura, de una persona que se salvó de una consecuencia trágica gracias a este dispositivo desarrollado a través de su empresa filial, Cidro. Ayer se sumaron otros cuatro, que elevan la cifra a nueve salvados de engrosar la estadística negra de cada año en la Dirección General de Tráfico.
En el caso del accidente registrado el miércoles en Valladolid, el coche se deslizó por el ‘Crossafe’, volcó y pasó por encima de otro situado más adelante. No hubo heridos entre los ocupantes. El coche no se incrustó ni en un lado ni en otro del paso salvacunetas.
La Diputación Provincial de Valladolid fue la primera en instalar el ‘Crossafe’ en sus carreteras, con más de 65 puntos en una fase inicial y otros tantos al año siguiente, lo que motivó que la Junta de Castilla y León se comprometiera a imitar esta actuación. En 2018, el Gobierno regional ha licitado proyectos en todas las provincias para proteger los pasos salvacunetas, que según las estadísticas manejadas por Cidaut suponen el 15% de las salidas graves y mortales de las calzadas, incluso cuando se producen a velocidades no muy elevadas. EL ‘Crossafe’ ha recibido premios internacionales de seguridad vial por su capacidad para evitar daños graves en accidentes de tráfico.
El precio estimado es de unos 950 euros por cada paso, con el añadido de que pueden colocarse sobre pasos de hormigón o de tierra.
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