El CTCR extrae el quitosano de los hongos para su aplicación antimicrobiana en calzado

En los últimos años, la producción de quitosano usando microorganismos, concretamente hongos, ha recibido bastante atención por ser una alternativa posible para solventar múltiples problemas en biomedicina, agricultura u otros sectores como la alimentación o el vino.

El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja, CTCR, plantea nuevas alternativas de innovación tecnológica y, concretamente, la investigación de nuevos biomateriales es una de las vías actuales de desarrollo con aplicación directa al sector calzado y textil, entre otros. En este sentido, avanza en el ámbito de los biopolímeros, y, concretamente en el quitosano, cuya aplicación directa a nivel industrial permite múltiples opciones para la mejora de productos (agente antimicrobiano) y procesos (agente coagulante/floculante).

En los últimos años, la producción de quitosano usando microorganismos, concretamente el cultivo de hongos, ha recibido bastante atención por ser una alternativa posible para solventar determinados problemas. En los hongos, el quitosano forma parte de la pared celular y los estudios sobre la posibilidad de obtener altos rendimientos en los cultivos ofrecen cada vez mejores resultados. Tal es así que el CTCR está evaluando su doble potencial.

Por un lado, se plantea su validez como agente antimicrobiano para la industria textil y calzado, ya que tiene propiedades únicas como son la no toxicidad, biodegradabilidad y biocompatibilidad. Ello le convierte en candidato excelente para su aplicación en fibras (naturales de algodón, lino, yute y celulósicas) y en polímeros (fibras sintéticas de poliéster y poliamida) utilizados en la fabricación de calzado mayoritariamente para forros, plantillas, palmillas… así como en las formulaciones de caucho. Además, en el caso del citado sector, la mayoría de los agentes utilizados para impartir actividad antimicrobiana son tóxicos para los humanos y no se degradan fácilmente en el medio ambiente. Por ello, la industria textil y de calzado continúa buscando agentes “eco-friendly” que puedan solventar la problemática anteriormente mencionada.

De otro lado, el quitosano se ha convertido también en fuente de estudio por parte del CTCR por su eficacia para eliminar partículas de colorante y contaminantes disueltos en procesos de tratamientos de aguas residuales teñidas y, principalmente, por su capacidad de coagulación y floculación, pues en el sector calzado existen múltiples procesos en los que nos encontramos con aguas contaminadas: por ejemplo, en el tintado de algodón 100% natural empleado en la fabricación de zapatillas vulcanizadas al corte, donde se generan aguas que sin duda deben ser tratadas previo a su vertido a uso doméstico o durante el proceso de acabado de calzado completo, pues se somete al zapato a un sprayado de laca en una cabina adecuada con agua recirculante y, también, en la fabricación de suelas, cuando el acabado no es el deseado, se convierte en fundamental la aplicación del lacado mediante máquinas automáticas o con pistolas para dar un aspecto homogéneo.

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