El sector cerámico contará desde ahora con una potente herramienta de apoyo para incrementar su competitividad que ayudará a las empresas a trazar estrategias rentables, encontrar nuevos mercados y también nuevos usos para el material cerámico.
El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) y la Diputación de Castellón han firmado hoy el acuerdo que permitirá al sector cerámico contar con una nueva y potente herramienta destinada a mejorar su competitividad y potenciar su crecimiento.
Este acuerdo, firmado hoy por parte del Presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner y el Presidente de la Asociación de Investigación de las Industrias Cerámicas (AICE), Joaquín Piñón, pone en marcha el proyecto Vigilancer, a través del cual se podrá realizar una búsqueda exhaustiva de información sobre oportunidades de negocio. Esta información será a continuación procesada a fin de generar informes y otros documentos susceptibles de crear nuevas y rentables líneas de trabajo una vez analizados y adaptados por parte de los distintos equipos estratégicos y de gestión de cada empresa.
Este sistema de inteligencia competitiva, del cual el ITC posee una certificación de excelencia, tiene capacidad para detectar nuevos nichos de mercado para el material cerámico. A través de Vigilancer la industria cerámica española tendrá a su disposición a tiempo real un sistema continuo que procesa la información que se genera y se difunde en todo el mundo sobre ciertos factores esenciales que influyen de modo decisivo sobre la competitividad del sector como son el consumo, los competidores, la tecnología, los mercados, el diseño e innovación, la distribución, los productos, precios, o incluso nuevas líneas de producción cerámica.
Así, según David Gobert responsable del proyecto en el ITC: los objetivos de Vigilancer son que las empresas del sector puedan orientar sus decisiones estratégicas sin correr tanto riesgo y detectar oportunidades de diversificación, nuevos nichos de mercado y potenciales nuevos usos de la cerámica.
