Un nuevo pavimento aumentará la durabilidad de las vías ciclistas, mejorando la adhesión, la visibilidad del color y evitando la formación de charcos.
En los últimos años el entorno urbano se ha transformado para dar protagonismo a la bicicleta, un medio de transporte eficiente en las grandes ciudades y además ecológico. El Instituto Tecnológico AIDO y la empresa valenciana Pinturas Jose Antonio García están trabajando en la formulación de un nuevo pavimento para el carril-bici que mejorará su durabilidad en el tiempo, disminuyendo así las labores de mantenimiento por parte de los correspondientes Ayuntamientos. Una buena muestra de cómo aplicar las nuevas tecnologías para fomentar la utilización de un medio de transporte tan tradicional como la bicicleta.
Por lo general, el carril-bici está diferenciado del resto con un pavimento, normalmente de color verde o rojo, conocido como slurry. El inconveniente de este material compuesto por mezclas homogéneas de áridos y cargas minerales es que al estar a la intemperie se deteriora rápidamente tanto por el uso como por la inclemencias meteorológicas.
Precisamente, una de las principales deficiencias del slurry que afectan a la seguridad de los ciclistas es la pérdida del color original que reduce la visibilidad de los carriles. En ese sentido, el nuevo pavimento constituido principalmente por un conglomerado de árido y resinatendrá un color natural aportado por el árido, por lo que no será necesario pintarlo y, en consecuencia, su duración en el tiempo será mucho mayor.
Además, este producto aportará a las vías ciclistas una mayor adherencia y resistencia al deslizamiento, evitando que el pavimento resbale incluso en los días de lluvia. Otra ventaja a tener en cuenta es que el nuevo material favorecerá el drenaje por lo que evitará charcos y no será necesario obrar sumideros.
