La identificación automática de productos y mercancías mediante radiofrecuencia es clave para conseguir trazabilidad, disminuir errores, asegurar la calidad y reducir los costes logísticos. El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja (CTCR) avanza, actualmente, en el desarrollo de proyectos integrales de trazabilidad en los que se selecciona la tecnología y se diseña el sistema en función del producto y de las necesidades del cliente. Concretamente, las capacidades del CTCR al respecto no sólo son aplicables al calzado, donde ha desarrollado gran parte de su experiencia, sino también en otros múltiples sectores donde la instalación de un sistema de control de stocks y la gestión de las entradas y salidas se convierte en fundamental. Hablamos de la tecnología RFID pasiva y su aplicación en el campo de la logística.
Tal y como se asegura desde el Departamento de Electrónica y Automática del CTCR “una manera de ahorrar es evitar errores, y para ello es necesario que los productos vayan acompañados de sus datos de origen, evolución, composición, referencias y en general datos que forman parte de la esencia del mismo. Si somos capaces de saber en cada momento por dónde ha pasado y en dónde está ahora, tendremos un sistema de trazabilidad que aumenta el valor añadido del producto y que además asegura la calidad y minimiza los errores”.
Para conocer más en detalle de su funcionamiento cabe resumir brevemente sus componentes:
• Las etiquetas RFID (RFID Tag, en inglés) son unos dispositivos pequeños, similares a una pegatina, que pueden ser adheridas o incorporadas a un producto, como por ejemplo ropa, calzado, pulseras etc… Son los elementos portadores de datos. Contienen antenas para permitirles recibir y responder a peticiones por radiofrecuencia desde un emisor-receptor RFID.
• Las Antenas RFID son el elemento esencial entre el tag y el lector, que transmite la potencia y capta la señal de devolución del tag con su código.
• Los lectores RFID son los encargados de modificar o leer la información contenida en los tags. Éstos se alimentan a través de las señales de RF (radiofrecuencia) emitidas por las antenas del lector.
• La información contenida en los tags es recibida por el lector RFID, el cuál transmite la información a un centro de control y ésta es decodificada y almacenada mediante su software.
• Los centros de control pueden ser un PC, un Smartphone o Tablet, un PLC o PDA.
En cuanto a su funcionamiento, el lector crea la señal de RF que será propagada por la antena y recibida por el TAG para alimentar sus circuitos. El TAG emite la señal codificada en respuesta, enviando los datos almacenados en su memoria, y el lector, a través de la misma antena emisora, recibe la señal codificada con esta información. La tecnología RFID tiene aplicación tanto a lo largo de la cadena de suministro, como en producción. Su gran competidor son los códigos de barras, tecnología líder en este ámbito. Debido a ciertas ventajas que presenta la tecnología RFID frente a su competidor directo, su implantación está en auge.
Las ventajas en el ámbito empresarial que se lograrían tras la implantación de este sistema con el CTCR son las siguientes:
• Lectura más rápida y más precisa.
• Aumento de precisión del inventario.
• Mejora de la reposición de stocks.
• Disminución de las pérdidas desconocidas.
• Aumento del control interno.
• Retirada del mercado de productos concretos.
• Aumento de la precisión en las entregas.
• Mejora de los procesos de devolución.
• Mayor durabilidad a largo plazo de las etiquetas.
Asimismo, cabe citar otras ventajas estratégicas que la empresa puede lograr con la implantación de este desarrollo, como, por ejemplo, dar una mejor calidad de servicio gracias al mejor control de la producción, así como mejorar su imagen a través de la I+D. En base a ello, la compañía, obtendrá mayor rentabilidad comercial derivada de la reducción de costes por ineficiencias y, en definitiva, aumentará sus ventas como consecuencia de un mejor servicio a los clientes.
Se sabe que cerca del 69% de las ventas no logradas en tienda pudieron haber sido recuperadas al ofrecer al cliente la posibilidad de enviarle a su domicilio el producto que no encontró. De ahí que esta tecnología que actúa “en tiempo real” se haya convertido en una solución a múltiples problemas, al proporcionar velocidad y precisión sin precedentes en la gestión de la cadena de suministro.