El Centro Tecnológico ITC -integrado en la Federación Española de Centros Tecnológicos (Fedit) por su adhesión a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (REDIT)- ha presentado un caso de éxito pionero gracias a la cooperación entre la I+D desarrollada por el ITC y la Universitat Jaume I de Castellón pionera en la implantación de un horno industrial monoestrato para la cerámica 100% eléctrico.
Asimismo, ITC ha estado trabajando en el proyecto OVOVAL: Bioproductos a partir de la valorización de subproductos de la industria primaria productora de huevos; y busca soluciones ante los retos tecnológicos, sociales o medioambientales a través de proyectos como FUNKER.
Transferencia de I+D a empresas
El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) está trabajando firmemente en su compromiso de transferencia de conocimiento y de tecnología a las empresas para ayudar a la industria cerámica en su camino hacia la descarbonización.
Hace unos días tuvo lugar un acto de presentación en la empresa EQUIPE CERÁMICAS de un horno 100% eléctrico diseñado y desarrollado por el ITC en colaboración con la Universitat Jaume I, la empresa SYSTEMFOC y ahora implantado y funcionando en la empresa EQUIPE CERÁMICAS.
Según fuentes del ITC, ante la ausencia de hornos eléctricos comerciales para la cocción de baldosas cerámicas, para desarrollar este proyecto se barajó el diseño y la construcción de un horno industrial nuevo. Partiendo de la investigación iniciada por el ITC durante años anteriores, en los que en el marco del proyecto Energètic, que contó con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i) a través de los Fondos europeos FEDER de Desarrollo Regional, se diseñó un primer módulo de 2 metros en la Planta piloto de tecnologías hipocarbónicas del ITC y donde se realizaron las primeras validaciones del mismo.
Con los resultados obtenidos se construyó el primer prototipo industrial de 15 metros en el marco del proyecto Demo-Electrics, nuevamente gracias al apoyo del IVACE+i, a través de una subvención nominativa dirigida a apoyar inversiones para el desarrollo de soluciones basadas en electricidad para la producción en el ámbito cerámico. Este prototipo se encuentra instalado en la Planta Piloto Hipocarbónica del ITC en donde se ha podido validar toda la tecnología con el fin de eliminar totalmente las emisiones directas de CO2 en la etapa de cocción, sin comprometer la viabilidad técnico-económica de los productos fabricados.
Durante la realización de estos dos proyectos, se le expuso a la empresa SYSTEMFOC la necesidad de su colaboración en la construcción del horno industrial, con la geometría y diseño óptimo determinado en las investigaciones y experimentación realizada en los proyectos anteriormente mencionados. La empresa SYSTEMFOC lleva años trabajando en el diseño, desarrollo y construcción de maquinaria industrial, que ofrece soluciones a medida y su conocimiento y experiencia ha sido fundamental en el desarrollo final del horno de modo que, actualmente, disponen del conocimiento para la instalación de esta nueva tecnología.
A partir de aquí, la empresa EQUIPE CERÁMICAS ha implantado en sus instalaciones un horno de rodillos eléctrico de alta eficiencia: es capaz de alcanzar temperaturas de 1200ºC e integra novedosos conceptos desde su origen, fruto de los proyectos de I+D anteriormente mencionados. En este horno se eliminan al 100% las emisiones directas de CO2 a la atmósfera, dado que el aporte energético es eléctrico.
Se esperan reducciones importantes del consumo energético con respecto a los valores obtenidos en hornos de rodillos tradicionales para productos cerámicos similares, hecho que lo hace económicamente muy competitivo y viable al superar la principal barrera del coste actual de la electricidad, o más concretamente la ratio coste energía eléctrica-energía térmica.
De este modo, gracias a la alianza entre un centro tecnológico, como es el ITC, la Universitat Jaume I de Castellón, la colaboración con la empresa SYSTEMFOC y la implantación industrial por parte de la empresa fabricante de baldosas cerámicas EQUIPE CERÁMICAS, se ha podido ejecutar este proyecto e implantarse a nivel industrial, lo que supone un hito fundamental en el camino hacia la descarbonización de la empresa, y por extensión, de toda la industria cerámica.
Proyecto OVOVAL
Asimismo, el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) ha estado trabajando en el proyecto OVOVAL: Bioproductos a partir de la valorización de subproductos de la industria primaria productora de huevos y su aplicación en sectores estratégicos de la Comunidad Valenciana. Un proyecto coordinado por el Centro Tecnológico del Calzado (INESCOP), con la participación del propio ITC, la Asociación Avícola Valencianana (ASAV) y La Unió Llauradora i Ramadera. OVOVAL ha contado con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación, IVACE+i Innovación, iniciándose con los fondos de la Agencia Valenciana de Innovación (AVI) actualmente integrada en IVACE+i Innovación con los Fondos Europeos FEDER de Desarrollo Regional.
Dado que el ITC ya poseía una experiencia previa con la incorporación de los residuos de cáscaras de huevos a las composiciones cerámicas a partir del proyecto europeo LIFE EGGSHELLENCE, valorizando así el carbonato de calcio que posee este residuo, se incorporó al equipo de trabajo, en donde INESCOP, Centro Tecnológico coordinador, también tiene demostrada experiencia en la valorización de proteínas obtenidas a partir de subproductos animales para la obtención de biopolímeros y bioestimulantes para ser incorporados a la industria del calzado. Por su parte, la Asociación Avícola Valenciana es la que genera el residuo, mientras que la Unió Llauradora i Ramadera en representación del sector agrario, es el principal beneficiario y usuario de los productos generados, en concreto bioestimulantes proteicos.
Y es que el tratamiento de los residuos de los huevos rotos resulta dificultoso: se estima que la Comunidad Valenciana cuenta con 80 granjas de gallinas ponedoras y genera alrededor de 2300 toneladas al año de huevos rotos, un biorresiduo de complicada gestión que actualmente realizan gestores autorizados, lo que supone un elevado coste económico para las empresas además de causar un impacto ambiental que ocasiona problemas de diversa índole. Por eso, a través de OVOVAL, este equipo de trabajo ha investigado una solución integral para los residuos de huevos enteros rotos, no sólo las cáscaras, convirtiendo un residuo avícola en distintos bioproductos para ser aplicado en los sectores bioalimentario, cerámico y calzado.
OVOVAL pretende contribuir a la mejora de la competitividad de las empresas ovoproductoras valencianas a través de un nuevo modelo de simbiosis industrial con otros sectores valencianos de gran relevancia económica como son los sectores agroalimentarios, cerámico y del calzado. Además, los recursos renovables generados contribuirán al desarrollo de nuevos productos sostenibles en los sectores del calzado y la cerámica, permitiendo a las empresas valencianas avanzar hacia la descarbonización de los sectores industriales, tal y como establece el Gobierno de España en su Hoja de Ruta para la neutralidad climática y la Unión Europea para 2050.
Los resultados obtenidos en el proyecto OVOVAL han sido los siguientes:
- Tecnología de separación de huevos rotos
Se ha desarrollado una tecnología avanzada para separar los huevos rotos de gallinas ponedoras en tres fracciones: una inorgánica, que es bicarbonato de calcio, y dos orgánicas, el huevo líquido y la membrana, ambas compuestas por proteínas. - Biomateriales poliméricos sostenibles.
Se han formulado biomateriales poliméricos sustituyendo el carbonato de calcio por cáscara de huevo micronizado, logrando así reducir el impacto ambiental y mejorar las propiedades mecánicas del material. - Fritas cerámicas sostenibles.
Se han formulado fritas cerámicas sustituyendo el carbonato de calcio micronizado por cáscara de huevo micronizada de mayor tamaño, lo que reduce el impacto ambiental y permite evitar el proceso habitual de micronización sin afectar las propiedades del material. - Transformación de la fracción orgánica del huevo.
Se ha implementado una tecnología que transforma la fracción orgánica del huevo en hidrolizados proteicos de alto valor, utilizables como agentes recurtientes en la industria del cuero y como bioestimulantes en agricultura. - Pieles más biodegradables y mejoradas.
Las pieles recurtidas con el agente recurtiente proteico desarrollado en este proyecto son más biodegradables, tienen un menor impacto ambiental y ofrecen mejores propiedades mecánicas en comparación con los métodos tradicionales. - Bioestimulantes innovadores.
Se han obtenido bioestimulantes innovadores a partir de la fracción proteica del huevo, validados en entornos controlados y superando a algunos bioestimulantes comerciales en efectividad.
Proyectos FUNKER
Por otro lado, el compromiso que tiene el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) -integrado en Fedit por su adhesión a REDIT– de buscar soluciones ante los retos tecnológicos, sociales o medioambientales se enfoca en proyectos como FUNKER, que ahora concluye, y en el que se ha llevado a cabo una prospectiva de diferentes técnicas de funcionalización superficial en distintos sectores para considerar la viabilidad de su aplicación en los materiales cerámicos. El hecho de que una superficie cerámica cumpla, además de la función de revestir la posibilidad de ofrecer otras nuevas funciones, la dota de un enorme valor añadido.
En el caso del proyecto FUNKER, el estudio realizado en sectores de la producción industrial tan diversos como el farmacéutico, el metal o el textil, ha puesto de manifiesto el amplio abanico de materiales funcionales, muchos de ellos basados en la nanotecnología, utilizados en la actualidad para modificar las superficies de objetos cotidianos.
De esta manera, la implantación de las funcionalidades identificadas en el estudio realizado en los materiales cerámicos ha permitido desarrollar superficies capaces de activarse con la luz, la temperatura o la humedad ambiental, dotando a las baldosas cerámicas de propiedades refrescantes, antivaho o biocidas.
Para poder llevar a cabo el proyecto FUNKER se ha contado con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i) a través de los Fondos FEDER de Desarrollo Regional y con la colaboración de las firmas Estudio Cerámico, S.L. y Hermanos Llansola, S.L., destacando que esta alianza busca proporcionar propiedades innovadoras orientadas, como se ha mencionado, a aportar soluciones a problemáticas sociales, medioambientales y otros retos a los que nos enfrentamos, como el cambio climático o las consecuencias derivadas de las crisis sanitarias.