La empresa valenciana referente en diseño de muebles, Andreu World, está participando en un proyecto europeo con el que apunta a mejorar su proceso de pintura de mobiliario mediante el uso de robots colaborativos, también denominados ‘cobots’, en su planta localizada en Riba-roja de Tùria. En concreto, este tipo de máquinas interactuarán físicamente con humanos en un entorno colaborativo de trabajo, suponiendo una ayuda a las personas en tareas repetitivas o pesadas e, incluso, serán capaces de aprender a realizar tareas más complejas y artesanales observando y aprendiendo de los trabajadores de la planta.
ITI, Centro Tecnológico especializado en TIC, está trabajando junto a 24 socios de 12 países distintos en dar soluciones a estos desafíos en el marco del proyecto AI-PRISM, financiado por la Unión Europea. El objetivo es desarrollar un ecosistema de soluciones basadas en IA dirigido a automatizar tareas complicadas y ofrecer soluciones que puedan aplicarse en entornos industriales, donde la velocidad y la versatilidad resultan fundamentales para satisfacer las necesidades del usuario o cliente.
En el caso concreto de Andreu World, se pretende optimizar el rendimiento de la línea de pintura al compartir con un cobot las tareas de pintar y lijar sillas o piezas. Esto permitirá que el operario enfoque su pericia y conocimiento en el control de calidad de dichas piezas, mejorar la flexibilidad de la producción, reducir el trabajo repetitivo y mejorar el comfort y la ergonomía al realizar la labor. En estas tareas, la retroalimentación de conocimiento entre humanos y cobots es esencial para adaptar el proceso a las variaciones que implica los diferentes tipos de madera y los múltiples parámetros de personalización que ofrece Andreu World.
Alcanzar estos objetivos plantea distintos desafíos, como por ejemplo el uso de Inteligencia Artificial (IA) para el aprendizaje de los cobots o la planificación avanzada de los recursos disponibles para organizar las operaciones en la planta. También se debe afrontar el reto de sincronizar en tiempo real a los cobots y los sistemas de información de planta, así como los sensores que digitalizan el entorno con los propios procesos.
Soluciones personalizadas
Para lograr estas mejoras, el Centro Tecnológico ITI, junto a los socios del proyecto se han centrado en automatizar la planificación de la producción en la línea de pintura de la empresa valenciana. Andreu World fue fundada en 1955 y se centra en la fabricación y el diseño de muebles. Gracias a la expansión de su amplia red de distribuidores a 80 países en todo el mundo, se ha convertido en un referente en el ámbito del diseño de muebles.
El proceso de pintura se divide, principalmente, en tres actividades: una primera fase, donde se aplica el color (o tinte) sobre la pieza; una fase intermedia, donde se aplica el fondo; una fase de lijado con la cual se garantiza preparar la superficie para que reciba de la mejora manera la tercera y última fase de aplicación que es el acabado. En todos los casos, las sillas son movidas a través de la línea de pintura en un proceso automatizado mediante una cadena que circula de acuerdo con la programación que se hace al inicio de la línea, permitiendo que, en cada estación de trabajo, el producto llegue al operario y luego continúe su ciclo. Lograr que los cobots sincronicen con estos tiempos y la naturaleza de la actividad productiva plantean diversos desafíos.
Por una parte, está el trabajo más artesanal, basado en la experiencia y la percepción (al tacto y a la vista) de los propios trabajadores. Por otra parte, las actividades que suponen una mayor carga física a los operarios. Todo esto sumado a la gran variedad de modelos y patrones de pintura, así como al declive del oficio artesanal en tiempos actuales, suponen un reto en cuanto a la formación de nuevos operarios especializados en la tarea. Incorporar cobots representa una gran ventaja frente a estas limitaciones, ya que son capaces de aprender movimientos de los operarios por imitación, de lo cual se espera una mejora sustancial en este tipo de procesos, al menos, en lo que corresponde a tiempos de operación y ergonomía. Sin embargo, todavía se enfrenta a varios retos técnicos que los socios de AI-PRISM deberán abordar durante los próximos meses.
El rol del Centro Tecnológico ITI de cara a dar solución a los desafíos presentes se ha centrado en dos componentes clave. Por un lado, se ha planteado una iniciativa para lograr la coordinación de recursos humanos y los cobots que se incorporarán durante el proyecto. Por otro lado, se está trabajando en la aplicación de nuevas tecnologías de comunicaciones más flexibles y automatizadas que permitan un incremento de la digitalización de planta y una integración más eficiente, sincronizada y móvil con los robots.
Las ventajas intrínsecas a estas estrategias se fundamentan en su flexibilidad para adaptarse a diferentes situaciones, en su habilidad para coordinar los recursos en tiempo real, en su capacidad para responder a imprevistos y, cuando sea necesario, en su aptitud para reasignar tareas.