Es una aplicación tecnológica que permite la adaptación de maquinaria a distintas industrias y productos.
Una célula robotizada ha logrado completar su proceso productivo con piezas de distintos tamaños sin interrumpir el tránsito en línea de la fabricación, evitando así los tiempos muertos y dando paso a la fabricación personalizada, según han informado en un comunicado conjunto, la empresa Hurtado Rivas, el Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, AIDIMA, y el Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas, INESCOP, promotores del avance tecnológico.
Se trata de un avance de aplicación tecnológica que aporta una solución real a los cambios que hay que realizar a la maquinaria cuando entra en fase una nueva familia de producto o distintos modelos de la misma familia, y que permite su adaptación a distintas industrias y productos, indican las mismas fuentes.
La iniciativa ha sido posible gracias al proyecto de I+D+i Desarrollo de herramientas de diseño y prototipos de maquinaria reconfigurable para industrias manufactureras, DIREM, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, dentro del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 2008-2011, y cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, FEDER, de la Unión Europea.
Robótica inteligente
A lo largo de los tres años que ha durado la investigación, los especialistas han desarrollado el diseño y el prototipo de una máquina reconfigurable que permite abordar una producción flexible, y que admitirá productos de distintos tamaños, calibres, y formas, mediante un sistema de visión artificial que informa al sistema de la multiplicidad de características de las piezas sin necesidad de interrumpir la fabricación.
En concreto, se han hecho pruebas sobre la aplicación de adhesivos en plantillas, pero la celda robotizada está preparada para la producción flexible en línea de cualquier familia de producto como pueden ser espejos o tableros de madera, entre otros. Hasta el momento, la celda está trabajando sobre productos en plano pero su próximo objetivo es poder trabajar sobre objetos en 3D.
Ello ha sido posible gracias a la aportación de la empresa valenciana especializada en robótica y automatización industrial, Hurtado Rivas, que ha transferido todo su desarrollo en la robótica inteligente, mediante el apoyo de sensores externos al propio robot (visión artificial), proporcionando al sistema la información del entrono para reprogramar las trayectorias del brazo robótico.