La eficiencia de las políticas de I+D+I mejora en países donde los fondos públicos están más orientados a mercado en los organismos de investigación

Es una de las principales conclusiones de un estudio liderado por Fedit y apoyado por el Ministerio de Economía y Competitividad.

Un estudio de Fedit evidencia que la eficiencia de las políticas de I+D+I mejora en países donde los fondos públicos están más orientadas a mercado en los organismos de investigación.

Fedit ha liderado un estudio, apoyado por el Ministerio de Economía y Competitividad, sobre el papel de las políticas de I+D+I en la excelencia de los resultados de las actividades de investigación en Europa.

La investigación se ha llevado a cabo a través de una serie de entrevistas personales a los responsables de las actividades de comercialización y transferencia tecnológica de diferentes Centros Tecnológicos y organismos de investigación a nivel europeo.
 
Sus principales objetivos han sido identificar las mejores prácticas de los Centros Tecnológicos a nivel Europeo con mayor actividad de transferencia tecnológica y establecer el papel que han jugado las políticas de I+D+i en el éxito de los Centros Europeos con mayor actividad de transferencia tecnológica.
 
Con la elaboración de este estudio, Fedit pretende aportar herramientas a gestores de I+D+i (políticos y responsables de transferencia) para fortalecer la transferencia tecnológica entre organismos de investigación y empresas.
 
Con los datos del estudio Fedit llega a una  de las principales conclusiones de esta investigación que refleja que las políticas públicas de I+D+I son más eficientes para el desarrollo de la transferencia de tecnología en los centros tecnológicos en países donde los fondos públicos orientados a la investigación aplicada y a la innovación se destinan en mayor medida al desarrollo de líneas estratégicas orientadas a mercado en los organismos de investigación.

También destaca que las políticas públicas de I+D+I deben combinarse con medidas de fomento del nivel tecnológico de las empresas (especialmente las PYMEs) de un país. Es el mejor modo de impulsar la transferencia de tecnología al sector empresarial de un país. Por tanto, las políticas de I+D+I deben formularse en un entorno integrado de medidas provenientes de diferentes ámbitos (tecnológico, social, educativo…) que persigan los mismos objetivos.
 
Otra conclusión derivada de los datos del informe afirma que es necesario fomentar la especialización de los centros tecnológicos. Estas políticas públicas ayudarán a una mejor internacionalización del centro y a que consigan diferenciarse en un entorno globalizado y altamente competitivo. Las políticas públicas de I+D+I deben fomentar la definición de las líneas de investigación de los centros tecnológicos a partir de las demandas tecnológicas detectadas en las empresas. El grado de acceso y capacidad de reacción de los centros tecnológicos frente a estas necesidades de tecnología son las que conseguirán impulsar la transferencia de tecnología de estos organismos de investigación.
 
En este sentido, las políticas públicas de I+D+I deben ser conscientes de la especialización en transferencia de tecnología que debe tener el personal de los Centros Tecnológicos más cercano a las empresas. Deben, pues, fomentarse políticas de formación, contratación y desarrollo profesional del personal asignado a la transferencia de tecnología en los Centros Tecnológicos.

 

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