Por Diego Lafuente García
No sólo de I+D vive el hombre, y mucho menos el Centro. Siempre que me invitan por esos foros de dios a hablar de las actividades y virtudes de los Centros Tecnológicos, me entra complejo de abuela y acabo hablando largo y tendido (en clave de casos de éxito) de los sofisticadísimos proyectos de I+D aplicada en los que están envueltos y de cómo esa sabia mezcla entre ciencia y proximidad a la empresa hace que esos resultados de proyectos de I+D se traduzcan en espectaculares impactos en la industria. Impactos que son reales y tangibles, y por lo tanto muy fácilmente pegables en una transparencia PowerPoint. Pero fue en una de esas charlas, en Túnez este año, donde uno de los presentes (César Orgilés de INESCOP si mal no me acuerdo) se levantó en el turno de preguntas y dijo: “sí, todo esto es muy bonito y muy impactante, pero se te ha olvidado hablar de los servicios”. Y el caso es que César tenía toda la razón.
Según datos de 2008, los servicios tecnológicos constituyen el 22,33% de los ingresos anuales y el 43,76% de los ingresos privados de los CTs. Es decir, que por una parte, los CTs mantienen una parte importante de su actividad y de su flujo de caja a través de los servicios tecnológicos, y por otra parte existe una clara demanda de servicios de este tipo por parte del tejido industrial español. Además, los servicios tienen innumerables ventajas con respecto a los grandes proyectos de I+D:
- Son más deterministas: en un servicio tecnológico (a no ser que sea muy avanzado) sabes cuándo empieza y cuando acaba. Son fáciles de dimensionar en tiempo y en recursos.
- Muchos de ellos son “sota, caballo y rey”, es decir, que consisten en repetir un proceso del que el CT ya tiene conocimiento sobrado.
- Son una manera muy buena de aproximarte a un nuevo cliente. Es muy raro llamar a la puerta de una nueva empresa y venderle el desarrollo de un nuevo material para poner en un satélite a Saturno. Seguramente es más realista venderle primero unos ensayos a torsión de las barras que soportan la estructura del satélite, y luego, según vas conociendo a la empresa y sus actividades, irle ofreciendo de manera gradual proyectos más ambiciosos.
- Son más asequibles que los grandes proyectos de I+D y sus resultados son más inmediatos. Con un servicio tecnológico obtienes resultados cuasi-inmediatos con un precio cerrado.
- Es más sencillo calcular su coste, y por lo tanto su precio de venta.
- Probablemente haya más empresas españolas con necesidades de servicios que con necesidades de grandes proyectos de I+D.
Y sin embargo los servicios son muy frecuentemente ninguneados: por mí mismo en las charlas que doy sobre los CTs donde los menciono de pasada (aunque desde Túnez ya no ha vuelto a pasar) y por las administraciones públicas, muy ocupadas en apoyar los grandes consorcios y los proyectos de I+D a medio o largo plazo. Por supuesto que el dinero público debe ser utilizado para financiar aquellos proyectos en los que, debido al riesgo, el capital privado no se atreve a meterse. Y seguramente los grandes consorcios y los proyectos de I+D a medio o largo plazo son suficientemente arriesgados como para recibir financiación pública. Lo que digo es que también se debería fomentar de alguna manera desde la administración pública que las empresas entren en contacto con los CTs a través de los servicios. Por ejemplo, financiando a las empresas que no innovan el primer servicio tecnológico que contraten con un Centro. Porque los servicios son sólo el primer paso de una relación que a veces acaba en matrimonio. Y los servicios tecnológicos pueden constituir la puerta de entrada a la I+D a muchas de esas empresas españolas que todavía no hacen innovación.
Los proyectos de I+D son dorados, relucientes y desde luego tremendamente vistosos a la hora de vender las excelencias de los CTs. Y además son lo que distinguen a los Centros Tecnológicos de los “laboratorios” y de algunas empresas de servicios avanzadas. Pero los servicios tecnológicos, al igual que Teruel o el socio del Atleti satisfecho, existen. Y constituyen una pieza muy importante en los engranajes de los Centros, por los ingresos que genera, y por el efecto tractor que genera en las empresas, que comienzan contratando un servicio y acaban metiéndose de lleno en proyectos ambiciosos de I+D.
Imágen tomada de: http://losmejoreschistesgraficos.blogspot.com/2008/07/chiste-grficos-el-logo-del-bao.html