En su compromiso con el desarrollo sostenible, AIDO está investigando una tecnología innovadora que permite la aplicación de pintura en polvo sobre superficies sensibles al calor
El Instituto Tecnológico de Óptica, Color e Imagen (AIDO) está desarrollando una tecnología que permite la producción de pintura en polvo sobre materiales sensibles al calor, que son aquellos que suelen deformarse cuando son expuestos a altas temperaturas. El proyecto, apoyado por el Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana (IMPIVA), tiene como objetivo elaborar un recubrimiento en polvo aplicable a este tipo de superficies sensibles al calor de manera que el resultado final sea de máxima calidad y conserve intactas las propiedades en cuanto al brillo, la dureza o la resistencia química, además de evitar el amarilleamiento y el deterioro por envejecimiento de los materiales. Los recubrimientos en polvo se han convertido en un producto altamente competitivo pues, a diferencia de las pinturas líquidas convencionales, no emiten ni durante su fabricación ni aplicación Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs), que serían aquellas sustancias que al ser emitidas a la atmósfera pueden resultar nocivas para la salud y producir importantes perjuicios al medio ambiente. Uno de los principales valores añadidos de este tipo de recubrimientos es su contribución al desarrollo sostenible, pues al tratarse de un polvo a lo largo de todo el proceso −desde que su adquisición hasta que su aplicación−, no es necesario emplear ningún tipo de disolvente para diluirlo, evitando así la emisión de gases perjudiciales para los empleados que tratan con el producto y respetando al máximo el medio ambiente. Precisamente, en un mundo globalizado es vital mantener el equilibrio entre los factores ecológicos, económicos y sociales. En ese sentido, la industria química, de la mano de AIDO como socio tecnológico, está haciendo su propia contribución, y un claro exponente es la inversión que está realizando en el desarrollo de nuevos recubrimientos en polvo, considerados como medioambientalmente adecuados al no emitir compuestos orgánicos volátiles.