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El Centro Fedit AIMPLAS (Instituto Tecnológico del Plástico) ha conseguido obtener plásticos y tejidos con prolongados efectos repelentes e insecticidas eficaces contra moscas, mosquitos, hormigas y cucarachas. El proyecto Inseplatex, cofinanciado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y los Fondos Feder, acaba de concluir con éxito después de dos años de trabajos de investigación. El reto más importante era conservar la integridad de estas sustancias durante la fabricación de los productos para garantizar su liberación controlada y prolongada en el momento en el que llegan al usuario final. Para ello, los socios del proyecto Inseplatex han desarrollado una nueva metodología para incorporar los repelentes y biocidas en plásticos y tejidos sin que se degraden como consecuencia de los 200 grados a los que se somete el material durante los procesos para su transformación. Esta nueva tecnología consiste en absorber estas sustancias en carriers adecuados. De esta forma, se regula el tiempo de liberación prolongando la vida útil del articulo final, además de esta manera, cuanta mayor cantidad de insecticida o repelente se añade más prolongado en el tiempo es su efecto. Tejidos de plástico Por su experiencia en termoplásticos, AIMPLAS ha sido el centro tecnológico responsable de resolver la fabricación de bolsas de plástico, aunque esta tecnología podría haberse aplicado a otro tipo de artículos, como mosquiteras, contenedores de basura, mobiliario de jardín, tuberías y otras piezas de plástico. Incluso sustituir los repelentes e insecticidas por aromas y perfumes con otra finalidad. Este método desarrollado durante el proyecto Inseplatex es incluso valido para la obtención de hilo o de rafia pudiendo dar lugar a tejidos con capacidad insecticida. Estos tejidos pueden tener diferentes velocidades de liberación, así como menor o mayor duración del efecto. Sus potenciales aplicaciones podrían ser, entre otras: prendas para uso profesional o para situaciones de emergencia como terremotos, campos de refugiados y otras crisis humanitarias, tiendas de campaña, lonas de rafia, etc. Según asegura Luis Roca, responsable de Compounding en AIMPLAS, esta técnica desarrollada en el proyecto permite customizar al máximo las propiedades insecticidas de artículos plásticos, adaptando al máximo su duración y optimizando sus efectos.