El proyecto MICROFAGO, coordinado por el Instituto Tecnológico del Plástico, se centra en identificar los microorganismos más activos y comprobar su rendimiento a diferentes escalas (laboratorio, piloto e industrial).
Asimismo, el Centro Tecnológico valenciano coordina el proyecto SOLRESS que producirá cinco solventes industriales a partir de posos de café posconsumo y materias primas lignocelulósicas.
Del mismo modo, AIMPLAS forma parte de la campaña “Tapones por el deporte”, un proyecto pionero de economía circular en el ámbito deportivo que transforma los tapones de botellas recogidos durante los partidos en el Camp de Mestalla en mobiliario y material deportivo, que se destinarán a las instalaciones deportivas municipales afectadas por la DANA.
Microrganismos y virus para acelerar la biodegradación de bioplásticos
La creciente preocupación por la gestión de residuos plásticos y la necesidad de reducir la dependencia de combustibles fósiles ha impulsado el desarrollo de bioplásticos, cuya capacidad de producción mundial alcanzará los 5,7 millones de toneladas en 2029, según la asociación European Bioplastics.
Sin embargo, la configuración actual de algunas plantas de compostaje y digestión anaerobia no siempre asegura que estos materiales se degraden por completo, lo que supone un reto para el medio ambiente y para el aprovechamiento de los residuos.
Con el objetivo de dar respuesta a este desafío, AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, coordina el proyecto MICROFAGO, en el que participan el Departamento de Biología Vegetal de la Facultat de Farmàcia de la Universidad de Valencia, Darwin Bioprospecting Excellence, Evolving Therapeutics y la empresa Gestión Integral De Residuos Sólidos (Girsa).
La iniciativa propone una solución innovadora: acelerar la descomposición de los bioplásticos compostables en los procesos de tratamiento de residuos orgánicos mediante el uso combinado de microorganismos y virus naturales (fagos) que favorezcan una biodegradación más rápida y eficaz.
Desde AIMPLAS han destacado que este proyecto supone un paso adelante para conseguir que los bioplásticos cumplan realmente con su función sostenible. “MICROFAGO nos permitirá mejorar los procesos de tratamiento de bioplásticos compostables sin necesidad de modificar las instalaciones existentes, lo que es clave para facilitar su implantación”, ha señalado el investigador del Laboratorio de Biodegradabilidad y Compostabilidad en AIMPLAS, Giovanni Gadaleta.

El planteamiento del proyecto es sencillo: por un lado, se emplearán fagos, que actúan sobre bacterias que dificultan la degradación, favoreciendo así el trabajo de los microorganismos beneficiosos.
Y, por otro, se potenciará la presencia de microorganismos que ayudan activamente a descomponer los bioplásticos, introduciéndolos en el proceso para reforzar la biodegradación.
En palabras de Gadaleta, “la clave está en identificar los microorganismos más activos y asegurarnos de que estén presentes en cantidad suficiente para que el proceso biológico de descomposición sea realmente eficiente”. Además, ha apuntado que la eficacia de estas técnicas se evaluará en diferentes escalas —laboratorio, piloto e industrial— y se contrastará con ensayos de biodegradación o fragmentación regulados por la normativa vigente.
El proyecto no solo tiene un impacto ambiental positivo, sino también un gran valor práctico para las empresas y plantas de gestión de residuos. En este sentido, Giovanni Gadaleta ha explicado que “gracias a este enfoque, podemos integrar la biodegradación de bioplásticos compostables en los procesos actuales sin realizar grandes inversiones en nuevas infraestructuras. Es una solución que genera un beneficio inmediato para el sector”.
El resultado esperado del proyecto es el desarrollo de un proceso innovador que permita acelerar la biodegradación de los bioplásticos compostables de manera ecológicamente segura. Todo ello se alinea con los principios de la economía circular, impulsando la valorización de los residuos, tanto en forma de materia, como de energía y contribuyendo a reducir el impacto de los plásticos en el medio ambiente.
Este proyecto cuenta con la financiación del Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i), a través del programa de Proyectos Estratégicos en Cooperación en su convocatoria de 2024, y los fondos FEDER.
Nueva generación de solventes biobasados a partir de residuos
Por otro lado, el Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS), coordina el proyecto europeo SOLRESS para impulsar una nueva generación de solventes biobasados más seguros, sostenibles y de alto rendimiento para la industria europea, a partir de residuos sostenibles. La iniciativa comenzó en septiembre de 2025 y tendrá una duración de 48 meses. Se trata de un proyecto financiado por la Circular Bio-based Europe Joint Undertaking (CBE JU) con una contribución de 7 millones de euros dentro de un presupuesto total de 9,1 millones de euros.
El proyecto SOLRESS tiene como objetivo desarrollar un sistema de biorrefinería integrado para producir cinco solventes industriales clave: acetato de etilo, lactato de etilo, acetato de butilo, 2-MeTHF y GVL, a partir de residuos de biomasa de segunda generación, incluyendo posos de café posconsumo y materias primas lignocelulósicas. Diseñados para cumplir con los estándares de pureza industrial, estos solventes biobasados se probarán en sectores como pinturas y recubrimientos, cosmética y procesado de materiales industriales.

El proyecto persigue tres objetivos principales. En primer lugar, sustituir el uso de materias primas fósiles no renovables por biomasa sostenible para la producción de solventes clave. En segundo lugar, ofrecer alternativas más seguras y diseñadas según los principios SSbD frente a solventes convencionales de alta peligrosidad. Y, por último, mejorar la competitividad y sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor mediante procesos más eficientes y circulares.
Gracias a la colaboración de actores líderes en industria, investigación e innovación, SOLRESS demostrará cómo los solventes biobasados pueden fortalecer la resiliencia industrial europea, reducir impactos ambientales y generar nuevas oportunidades en el sector químico.
SOLRESS es un proyecto multidisciplinar que reúne la experiencia complementaria de 17 socios europeos. Bajo la coordinación de AIMPLAS, participan Bio Base Europe Pilot Plant, Bioeconomy for Change, StoraEnso, Kaffe Bueno, Solmeyea, la Universidad de Ghent, HydroHM, la Universidad de Agricultura de Atenas, Kansai Altan, TFC, Perseo Biotechnology, IVL Swedish Environmental Research Institute, CSIC, Dermopartners, Celignis y Galactic.
Este proyecto ha recibido financiación de la iniciativa Circular Bio-based Europe Joint Undertaking (CBE JU) en virtud del acuerdo de subvención n.º 101214605. La JU recibe apoyo del programa de investigación e innovación Horizonte Europa de la Unión Europea y del Bio-Based Industries Consortium.
Tapones por el deporte
El Ayuntamiento de València, a través de València Innovation Capital, el Valencia CF, AIMPLAS -Instituto Tecnológico del Plástico- y la Fundación Deportiva Municipal han presentado este jueves en rueda de prensa el proyecto “Tapones por el deporte”, una iniciativa innovadora que promueve la economía circular mediante la revalorización de residuos generados en el ámbito deportivo.
“Tapones por el deporte” es un proyecto piloto, coordinado por València Innovation Capital, que ya se está desarrollando y que lo hará hasta finales de 2026 -un año y medio-, y que se centra en la recolección de tapones de botellas en el estadio de Camp de Mestalla, con el objetivo de transformarlos en nuevos productos útiles para el deporte y el ocio, como asientos y redes para mesas de ping pong. Estos elementos se destinarán a la renovación de instalaciones deportivas municipales afectadas por la DANA, en las pedanías de Horno de Alcedo, Castellar-Oliveral y La Torre.
El proyecto persigue tres grandes metas: explorar el potencial de la economía circular en eventos deportivos multitudinarios, demostrando cómo los residuos plásticos pueden transformarse en productos de valor añadido a través de su reciclaje; el fomento de la concienciación ciudadana sobre la sostenibilidad y la gestión responsable de los residuos; y generar un impacto social positivo, destinando los beneficios a la mejora de las instalaciones deportivas municipales de las zonas afectadas por la DANA.

Durante la presentación, la concejala de Innovación del Ayuntamiento de València, Paula Llobet ha destacado que ‘Tapones por el Deporte’ es un ejemplo de cómo València puede liderar proyectos que combinan sostenibilidad, innovación y solidaridad. “Además, integramos la participación ciudadana y el compromiso social en la gestión de los recursos. València avanza hacia un modelo de ciudad más responsable, donde el deporte se convierte en una colaboración público-privada en acción”.
El Valencia CF ha mostrado la satisfacción por formar parte de esta iniciativa. “El Camp de Mestalla es un punto de encuentro de miles de personas cada semana y queremos aprovechar esa energía colectiva para impulsar un cambio positivo. Con ‘Tapones por el Deporte’, la afición valencianista se convierte en protagonista de un proyecto que une deporte, sostenibilidad y compromiso social”, ha señalado el director de Infraestructura y Operaciones, Christian Schneider.
Por su parte, AIMPLAS, responsable del proceso técnico de transformación del plástico, ha destacado la importancia de la innovación en este tipo de proyectos. “Gracias a la innovación en reciclado de plásticos, conseguimos que un residuo como un tapón se convierta en una materia prima de alto valor, lista para ser transformada en productos que mejoran nuestras ciudades. Ofrecer a las empresas de transformación de plástico la posibilidad de material reciclado en sus productos sin perder calidad y cumpliendo con normativas cada vez más exigentes, es una oportunidad real de crecimiento para el tejido industrial. El reciclado se convierte así en una estrategia de futuro que une sostenibilidad e innovación, generando valor para la industria, para el medio ambiente y para la sociedad” ha afirmado Adrián Morales, investigador líder en Reciclado Mecánico en AIMPLAS.
Por último, la concejal de Deportes del Ayuntamiento de València, Rocío Gil, ha subrayado el componente social de la iniciativa: “Cada tapón recogido en el Camp de Mestalla se transformará en una mejora tangible para los barrios que sufrieron las consecuencias de la DANA. Es un proyecto que une a la ciudadanía a través del deporte, la responsabilidad y la esperanza”.
El proyecto incluye una campaña de comunicación y sensibilización dirigida, por un lado, a los y las aficionadas que asisten a Mestalla, con el objetivo de informales y animarles a la recogida de tapones durante los partidos; y por otro, al público general, con el fin de difundir los avances del proyecto a lo largo de todas sus etapas.
