El Centro Tecnológico ITG ha puesto en marcha la primera red privada de comunicaciones con seguridad cuántica del noroeste de España, desplegada entre dos de sus sedes: el centro de experimentación avanzada y el demostrador de robótica y realidad extendida (XR), ambos ubicados en el complejo de Cidade das TIC, impulsado por la Universidade de A Coruña (UDC) en los terrenos de la antigua fábrica de armas de la ciudad herculina. La conexión se ha hecho efectiva mediante una conexión de fibra óptica entre ambos edificios, que incorpora nodos de distribución cuántica de claves (QKD) en cada extremo.
Esta infraestructura pionera representa un salto cualitativo en el ámbito de la ciberseguridad, ya que utiliza los principios de la física cuántica para detectar automáticamente cualquier intento de interceptación de las comunicaciones, garantizando así un nivel de seguridad inviolable.
Tecnología cuántica aplicada a la ciberseguridad del futuro
La red desplegada por el Centro Tecnológico ITG supone una revolución en cuanto a la protección de las comunicaciones digitales. Los actuales sistemas de protección para el envío de información por internet, basados en cifrado de clave simétrica (AES) y empleados por certificados digitales como el DNI electrónico, funcionan como una cerradura digital con una única llave, que podría verse amenazada por la computación cuántica del futuro, capaz de probar millones de combinaciones en segundos.
Frente a esto, la nueva infraestructura de ITG va un paso más allá al combinar dos tecnologías revolucionarias: la QKD, que permite crear y compartir estas llaves digitales de una forma completamente nueva, basada en las leyes de la física cuántica. «Lo extraordinario de esta tecnología es que cualquier intento de interceptar la comunicación se detecta automáticamente, permitiendo cambiar la cerradura siempre que alguien intente forzarla», explica Carlos Calvo Orosa, director general de ITG.
Además, incorpora algoritmos de criptografía postcuántica (PQC), que son nuevos tipos de «cerraduras digitales» específicamente diseñadas para ser imposibles de abrir, “incluso por los futuros ordenadores cuánticos, creando así una doble barrera de protección que garantiza la seguridad tanto hoy como mañana”, aclara el director general de ITG. De este modo, la combinación de las dos tecnologías anteriores permite situar esta red de comunicaciones con seguridad cuántica en la vanguardia mundial de la ciberseguridad.
Un demostrador real para empresas y organizaciones
La conexión entre los edificios funcionará como un demostrador real que permite a empresas y organizaciones conocer de primera mano las ventajas de esta tecnología. «Estamos mostrando cómo las comunicaciones cuánticas pueden aplicarse en entornos empresariales reales, no solo en laboratorios», señala Carlos Calvo Orosa.
El objetivo es extender estas comunicaciones más allá de las limitaciones de distancia actuales que tiene la tecnología QKD. Para lograrlo, ITG desarrolla sistemas de gestión de claves cuánticas (KMS) que actúan de “coordinadores” para interconectar diferentes nodos QKD aislados, creando así redes de comunicación cuántica más amplias y robustas. Además, el centro tecnológico está trabajando para que esta tecnología llegue algún día a nuestros hogares. “La idea es que el mismo cable de fibra por el que ya nos llega internet pueda ofrecernos en el futuro comunicaciones completamente seguras”.