AINIA reelige a Manuel García-Portillo como presidente y avanza en el uso de la IA generativa y tecnologías alimentarias innovadoras

AINIA reelige a Manuel García-Portillo como presidente, y avanza en el uso de la IA generativa y tecnologías alimentarias innovadoras

El empresario Manuel García-Portillo ha sido reelegido presidente AINIA en la Asamblea General celebrada por parte del Centro Tecnológico.

Asimismo, en el marco del proyecto GenerativeFood, AINIA ha avanzado en la aplicación de inteligencia artificial generativa (IA) para el desarrollo de soluciones tecnológicas en la industria alimentaria.

Por otro lado, el Centro Tecnológico valenciano, a través del proyecto ELDRIN, explora tecnologías innovadoras para transformar residuos en recursos útiles para el envase; y en el proyecto BOILÀ responde al reto de sustituir las grasas tradicionales por alternativas con un perfil nutricional mejorado que conserven sabor, textura y funcionalidad, con menor impacto ambiental.

Crecimiento económico y consolidación como centro de referencia

AINIA cerró el año con unos ingresos totales de 22 millones de euros, de los cuales 15 millones proceden de la colaboración directa con empresas. Esto supone un incremento del 5,4% respecto a 2023. Además, se desarrollaron 394 proyectos de innovación y 53 proyectos de I+D propia, orientados a cinco grandes retos: alimentación del futuro, calidad y seguridad alimentaria, belleza, salud y bienestar, transición verde y transformación digital.

En este período, la base social siguió creciendo hasta las 800 empresas asociadas y se prestó servicios a 1.786 clientes, realizando más de 135.000 ensayos analíticos, 350 consultas de derecho alimentario, 167 estudios con consumidores y más de 1.700 horas de formación. El índice medio de satisfacción de clientes fue de 9,4 sobre 10. Además, AINIA amplió sus instalaciones con un nuevo edificio, que añade 1.700 m² dedicados a la I+D+i.

Aismismo, el empresario Manuel García-Portillo ha sido reelegido presidente de AINIA en la Asamblea General celebrada. Su renovación refuerza la estabilidad institucional del Centro Tecnológico y da continuidad a un recorrido marcado por el compromiso con la innovación y la colaboración empresarial.

La vinculación de Manuel García-Portillo con AINIA cuenta con una larga trayectoria. Fue vicepresidente segundo del centro entre 2011 y 2017, año en que fue nombrado presidente. Su empresa, TECNIDEX -ahora bajo la denominación social Agrofresh Fruit Protection-, forma parte de AINIA Network y de su Consejo Rector desde hace más de 35 años.

Además de la presidencia, durante la Asamblea se ha renovado la Vicepresidencia 3ª, que la asumirá Agustín Gregori Bernabeu (GREFUSA), y 10 vocalías del Consejo Rector, cuyos representantes son: Ignacio Alberola Jordá (La Española Alimentaria Alcoyana, S.A), Francisco Cristóbal González Montañana (Embutidos F Martinez R., S.A.), Emilio José Peña Ivars (Emilio Peña, S.A.), Sergio Barona Valiente (Federación Empresarial de Agroalimentación de la C.V.), Ricardo Sáez Clemente (Soluciones Industriales y Tratamientos Ambientales, S.L.),Vicente Bosch Dolz (Verdifresh, S.L.), Federico Moncunill Gallo (Asociación de Fabricantes de Turrón, Derivados y Chocolate de la C.V.) y Carlos J. Bernabé Marqués (Investigación y Desarrollo Panadero, S.L.). Se incorporan dos nuevas empresas al Consejo Rector: Eliseo J. Aller Miró (Especialidades Farmacéuticas Centrum, S.A.) y Jaume Pont Sans (Industrias de Productos Atomizados, S.L.).

Durante su intervención, Manuel García-Portillo ha subrayado la consolidación de AINIA como referente en innovación tecnológica aplicada a sectores estratégicos como la alimentación, la cosmética, el envase, el químico y el farmacéutico.

AINIA reelige a Manuel García-Portillo como presidente, y avanza en el uso de la IA generativa y tecnologías alimentarias innovadoras

“El compromiso de AINIA con la innovación y con el tejido empresarial se refleja en los resultados de 2024, que demuestran nuestra enorme capacidad de transferencia de conocimiento a la empresa, con más de un 65% de nuestros ingresos provenientes del sector privado. Unos resultados que debemos agradecer a todos nuestros grupos de interés: a nuestros clientes y socios, por su confianza; a nuestro equipo de profesionales, más de 300 personas con alta cualificación y enorme compromiso con el propósito de AINIA; y a las Administraciones Públicas, con especial mención a la Generalitat Valenciana a través del IVACE+i, por su confianza y apoyo constante a nuestra labor”. La Asamblea General también ha aprobado el presupuesto 2025 con el objetivo de alcanzar los 25 millones de euros.

Inteligencia Artificial generativa para el desarrollo de nuevos productos alimentarios

Por otro lado, en el marco del proyecto GenerativeFood, el Centro Tecnológico AINIA ha avanzado en la aplicación de inteligencia artificial generativa (IA) para el desarrollo de soluciones tecnológicas en la industria alimentaria. 

Así, se han logrado avances relevantes en la estructuración de datos técnicos y de mercado, la generación de imágenes sintéticas y el desarrollo de prototipos funcionales, que abren nuevas posibilidades en áreas clave como el cumplimiento normativo, el control de calidad y el diseño de envases.

Uno de los principales logros ha sido la estructuración de información técnica de productos alimentarios. Mediante técnicas de procesamiento de lenguaje natural, se ha transformado la información en una base de datos ordenada, lista para ser utilizada en el entrenamiento de modelos de IA. Esta base permitirá generar recomendaciones alineadas con especificaciones técnicas y normativas. Además, se han analizado datos de redes sociales para identificar tendencias de consumo y preferencias emergentes. 

El proyecto ha logrado generar imágenes sintéticas que se utilizarán en el preentrenamiento de modelos de inspección visual. Este avance permite mejorar la detección de defectos y la estandarización de procesos, reduciendo la necesidad de grandes volúmenes de imágenes reales. Se trata de un paso importante para desarrollar sistemas de control de calidad más eficaces y eficientes.

Otro de los resultados relevantes ha sido el desarrollo de dos prototipos funcionales basados en inteligencia artificial generativa. El primero es un asistente virtual capaz de responder preguntas sobre normativa alimentaria. Este chatbot facilita el acceso al conocimiento legal del sector y representa una herramienta útil para el cumplimiento normativo de las empresas.

El segundo es un generador de imágenes sintéticas de envases. Esta herramienta permitirá validar ideas de diseño con consumidores o apoyar campañas de comunicación desde las fases iniciales de desarrollo de producto.

El proyecto GenerativeFood representa un impulso al uso de la inteligencia artificial en el sector alimentario, con el objetivo de facilitar procesos más ágiles, personalizados y alineados con la realidad del mercado y los requisitos regulatorios.

Nuevos materiales sostenibles para envases a partir de residuos vegetales agrícolas

Del mismo modo, el Centro Tecnológico AINIA ha logrado importantes avances en la valorización de residuos vegetales agrícolas para el desarrollo de nuevos materiales sostenibles aplicables al envasado alimentario. Los residuos empleados proceden de subproductos agrícolas como tallos, hojas y restos de poda de cultivos. 

Estos materiales, habitualmente desechados o empleados para usos de bajo valor añadido, contienen celulosa, hemicelulosa y lignina, componentes clave para obtener biomateriales funcionales. Gracias a las tecnologías de biorrefinería desarrolladas por AINIA, ha sido posible separar y transformar estos componentes en micro y nanofibras de celulosa, así como en nanopartículas de lignina. Estos materiales tienen aplicaciones directas en envases sostenibles, reciclables y biodegradables.

AINIA reelige a Manuel García-Portillo como presidente, y avanza en el uso de la IA generativa y tecnologías alimentarias innovadoras

La celulosa es el polímero natural más abundante del planeta. A través de distintos métodos de fraccionamiento, AINIA ha conseguido concentrarla en la fracción sólida de la biomasa y transformarla en forma de gel con estructuras micro y nanométricas. Estos procesos, que combinan disolventes selectivos, reacciones de oxidación y energía mecánica, permiten reducir significativamente los costes energéticos de producción.

Además, se han desarrollado aditivos celulósicos capaces de mejorar las propiedades mecánicas del papel reciclado, y aditivos resistentes a la abrasión, gracias a técnicas de modificación superficial.

En el marco del proyecto ELDRIN, también se ha trabajado con la lignina, otro de los componentes clave de estos residuos vegetales que pueden utilizarse como base para bioadhesivos, reduciendo así la dependencia de productos petroquímicos en aplicaciones industriales.

Uno de los logros destacados del proyecto ha sido el desarrollo de un nuevo tipo de envase para productos secos. Este envase, fabricado con materiales derivados de la biomasa, ha demostrado un alto grado de reciclabilidad, lo que lo convierte en una alternativa viable y respetuosa con el medio ambiente.

Los biomateriales desarrollados por AINIA no solo son adecuados para envases sostenibles y reciclables, sino que también abren la puerta a nuevas aplicaciones como envases activos biodegradables, recubrimientos funcionales y bioadhesivos. 

Tecnología alimentaria para desarrollar grasas más saludables y sostenibles

Por último, el Centro Tecnológico AINIA ha desarrollado nuevas estructuras grasas más saludables y sostenibles, capaces de mantener las propiedades tecnológicas y sensoriales de las grasas sólidas tradicionales. 

Este avance responde a uno de los principales retos en alimentación: sustituir ingredientes como la mantequilla, el aceite de palma o las grasas hidrogenadas, por alternativas grasas con mejor perfil nutricional y menor impacto ambiental, sin renunciar al sabor, textura y funcionalidad que demandan los consumidores y la industria.

El desarrollo de oleogeles proteicos ha sido una de las principales líneas de trabajo del proyecto BOILÀ. Esta tecnología permite transformar aceites vegetales líquidos, como el de girasol, en estructuras sólidas mediante el uso de proteínas como agentes gelificantes. 

El resultado son nuevas grasas que conservan una textura similar a la de las grasas sólidas convencionales, pero con un perfil nutricional más saludable. Además, esta técnica evita el uso de hidrocoloides, lo que mejora el etiquetado de los productos alimentarios y responde a la demanda de los consumidores de ingredientes más reconocibles y funcionales.

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Otra línea de investigación se ha centrado en la extracción de oleosomas, estructuras naturales ricas en lípidos que se encuentran en las semillas oleaginosas. Para ello, se han empleado subproductos de la industria agroalimentaria, como las semillas de uva y calabaza, y técnicas como el prensado en frío, la centrifugación y la filtración por membranas. Los oleosomas obtenidos presentan una elevada estabilidad y capacidad emulsionante natural, lo que permite su incorporación directa en alimentos sin necesidad de procesos adicionales, reduciendo así el impacto ambiental y el procesamiento industrial.

La tercera línea se ha orientado al estudio y producción de lípidos a partir de microorganismos oleaginosos, conocidos como Single Cell Oils (SCO). Estos lípidos, generados mediante fermentación, ofrecen perfiles funcionales y nutricionales similares a los aceites tradicionales, pero con una producción más eficiente y sostenible. Además, pueden desarrollarse a partir de subproductos industriales como fuente de carbono, lo que refuerza el modelo de economía circular y minimiza la dependencia de cultivos agrícolas.

También se ha trabajado en el establecimiento de líneas celulares vegetales con capacidad para producir aceites de alta calidad. A partir de hojas, tallos y meristemos de olivo se han generado cultivos in vitro en condiciones estériles, lo que abre nuevas posibilidades para producir lípidos vegetales sin recurrir a la agricultura convencional. Este avance representa un paso estratégico hacia la producción de ingredientes más sostenibles y con menor huella ambiental.

La última fase del proyecto ha incluido la validación de las grasas desarrolladas en un entorno industrial real, gracias a la colaboración de empresas de la Comunitat Valenciana, como Postres Lácteos Romar y Cárnicas Serrano. Su participación ha sido clave para evaluar la aplicabilidad de estas nuevas estructuras en distintos tipos de productos alimentarios, aportando información relevante para futuras aplicaciones y mejoras.

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