El Instituto Tecnológico de Galicia (ITG) invertirá 2 millones de euros hasta 2026 para digitalizar e investigar el futuro de las energías renovables y su aprovechamiento por los sectores industrial y servicios.
Una parte de su equipo de ingeniería, que cuenta con una dilatada experiencia en los sectores industrial, servicios y portuario, se coordinará con 53 entidades tanto públicas como privadas de 12 países europeos para optimizar los resultados y avanzar en el desarrollo de cinco líneas de trabajo centradas en el aprovechamiento del hidrógeno verde, el desarrollo de las redes eléctricas inteligentes, la viabilidad del almacenamiento energético, el impulso del autoconsumo y la aplicación de la inteligencia artificial predictiva en la gestión de las energías renovables.
Estas líneas de trabajo están en la línea del objetivo comunitario de incrementar las energías de origen renovable desde el 23% actual hasta el 40% en 2030 y que cuentan con el respaldo de la Unión Europea a través de los programas de investigación Horizon Europe y de Cooperación Territorial Europea, más conocidos como Interreg. Y es que la digitalización y la I+D son claves para alcanzar este objetivo de descarbonización y transición energética en el que España y Portugal poseen un nivel de inversión inferior a la media de la UE, lo que dificulta la transferencia tecnológica desde las universidades y centros de investigación hacia el sector productivo y reduce las posibilidades de mejora en cuanto a competitividad y creación de riqueza. Por ello, ambos países presentan una alta dependencia energética del exterior y dificultad en la integración de las energías renovables, si bien los territorios poseen unos notables recursos renovables para la producción de energía eólica y solar.
Para Santiago Rodríguez Charlón, director de la División de Energía en ITG: “El mercado mayorista de la electricidad es común para España y Portugal y, por tanto, abordar de forma conjunta cualquier decisión relacionada con el mercado eléctrico, energías renovables y microrredes, es altamente aconsejable. Ambos países están comprometidos con la transición a un sistema energético más sostenible y trabajan activamente para alcanzar estos objetivos. Para mejorar la situación, los programas de cooperación transfronteriza son muy valiosos y significativos para impulsar la I+D, mejorar las infraestructuras y ser más competitivos en las capacidades de ciencia y tecnología”.
Edificios inteligentes que interactúan con la red eléctrica
EVELIXIA es la iniciativa europea en la que el Centro Tecnológico ITG trabaja para dotar a los edificios de la inteligencia que permita mejorar su rendimiento energético y condiciones de confort para los usuarios. Así, gracias a la digitalización de los datos, será posible la toma de decisiones idóneas teniendo en cuenta las preferencias de sus ocupantes en cada momento, así como las necesidades de los operadores de red.
De esta forma, los inmuebles podrán disponer, por un lado, de una alta capacidad de gestión, tomando decisiones sobre la energía que ellos mismos producen, consumen o almacenan. Y, por otro lado, mantener una comunicación bidireccional y automática con la red eléctrica, de forma que puedan funcionar a modo de “pilas” o baterías que vuelcan su energía excedente a la red eléctrica cuando esta lo necesite o bien, al revés, reduzcan su consumo para ayudar a regular posibles picos de consumo en la red. EVELIXIA es un consorcio Horizon Europe en el que participa ITG junto a entidades de 12 países.
Puertos que generan energía verde a precios competitivos
Otro de los proyectos destacados en los que trabaja el Centro Tecnológico ITG es ENEPORTS, una iniciativa que tiene como objetivo convertir a los puertos atlánticos en plataformas de generación de energía verde a precios competitivos para su propia actividad, como el suministro a buques y empresas concesionarias, y para la actividad de su entorno. En concreto, los puertos de Ferrol, Granadilla (Tenerife) y Leixões (Oporto) serán el escenario de pruebas elegido para examinar cómo la digitalización y la Inteligencia Artificial pueden contribuir a la gestión eficiente de esos flujos energéticos y también a nuevas estrategias de descarbonización utilizando hidrógeno y un dispositivo que combina la generación de energía de olas, corrientes, solar y eólica.
Estos tres pilotos demostrativos permitirán la instalación de más de 70 megavatios de energías renovables, la necesaria para alimentar 32.000 hogares, y evitar hasta 2030 la emisión de 72.250 toneladas de CO2. La consecución de este objetivo pasa por dotar a estos tres puertos de un alto grado de digitalización y analizar las barreras administrativas, económicas, ambientales y sociales que permitan la viabilidad del sistema. Este consorcio Interreg Atlantic Area está liderado por ITG y en él participan entidades de especializadas de Portugal, Francia e Irlanda.
Almacenamiento y gestión de energía renovable
En el marco de la iniciativa transfronteriza denominada AGERAR PLUS, el Centro Tecnológico ITG y sus socios buscarán la mejora de la eficiencia energética impulsando la figura del pequeño y mediano “prosumidor” (aquellas personas que, además de consumir un producto o servicio determinado, también participan activamente en su creación, promoción y mejora) y las comunidades energéticas mediante la utilización de tecnologías de la información y comunicación.
Y es que en el ámbito energético existe un amplio recorrido para permitir un mejor aprovechamiento de las energías renovables por parte de los pequeños y medianos prosumidores, de forma que participen en las redes eléctricas inteligentes mediante la gestión de los sistemas de almacenamiento y demanda flexible, así como del uso de tecnologías de la información y comunicación.
Para ello se realizarán ensayos en instalaciones ya existentes y se desarrollarán algoritmos de control predictivo y gestión de incertidumbres. Estas técnicas serán validadas tanto en plataformas energéticas existentes como en el entorno representativo de la Isla de Culatra, en el Algarve portugués, donde residen alrededor de un millar de habitantes.
Comunidades energéticas locales en entornos rurales
ITG también lidera esta iniciativa Interreg entre socios españoles y portugueses que promueve la implantación de energías renovables en el ámbito rural, contribuyendo a desarrollar un sistema energético más descentralizado, más participativo y sostenible y con un mejor aprovechamiento de los recursos renovables endógenos del territorio.
El despliegue de Comunidades Energéticas Locales (entidades jurídicas formadas por ciudadanos, administraciones o pymes que se organizan con el objetivo de generar, usar y gestionar su propia energía) exige superar barreras técnicas, normativas y económicas que serán analizadas de modo riguroso mediante la implantación de pilotos en Galicia, cuya ubicación será definida en las próximas semanas; en la provincia de Ávila y en el municipio portugués de Vila Verde, a apenas 15km de la ciudad de Braga. A partir de los resultados obtenidos, se elaborarán metodologías, guías y actividades de formación y difusión para transferir el conocimiento adquirido y capacitar al público objetivo en su despliegue.
Análisis e impulso del hidrógeno verde
La iniciativa AIHRE tiene como objetivo acelerar la industria del hidrógeno verde en determinadas zonas de España y Portugal que destacan por sus recursos naturales y sus especiales condiciones para generar la electricidad necesaria en el proceso de electrólisis. En concreto, los trabajos se centrarán en las áreas geográficas de A Coruña, Valladolid, Huelva y Sevilla, en España; y de Évora, Oporto y Portalegre, en Portugal.
Se trata de una apuesta por la descarbonización industrial que pretende la aparición de cadenas de valor basadas en el hidrógeno verde y el consiguiente desarrollo económico a nivel local y regional. En una primera etapa se analizarán las tecnologías disponibles y más adecuadas; posteriormente, se diseñarán modelos y algoritmos para la gestión de los diferentes sistemas de hidrógeno verde, así como prototipos para su generación, transporte, almacenamiento y uso. Finalmente, en una última fase, se evaluará la viabilidad de los modelos de negocio ideados en torno a las tecnologías desarrolladas.