El Centro Tecnológico AINIA ha anunciado que tiene previsto llevar a cabo hasta 13 proyectos de I+D dentro del programa de ayudas dirigidas a Centros Tecnológicos de la Comunitat Valenciana para proyectos en colaboración con empresas 2023 del Institut Valencià de la Competitivitat Empresarial (IVACE), financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea.
En este sentido, más de 30 empresas del sector agroalimentario, cosmético, farmacéutico y del envase de la Comunitat Valenciana colaborarán en el desarrollo de soluciones tecnológicas para dar respuesta a los principales retos a los que se enfrentan en los próximos años.
A través del proyecto Cosmefeel, se aplicará la neurociencia en la investigación sensorial de productos cosméticos. Con Supralem se desarrollará la I+D en las tecnologías de cultivo y procesado de biomasas de lemna y microalgas para la obtención de ingredientes ambientalmente más sostenibles y con características nutricionales mejoradas. Prevencpack aplicará la I+D en las tecnologías de interacción entre envase, producto y conservación de alimentos, mientras que Pharmanova estudiará estrategias tecnológicas para la búsqueda y desarrollo de biomoléculas naturales con potencial efecto terapéutico de aplicación en farmacia.
Por otro lado, Smartfarm investigará la producción de líneas celulares en biorreactor para obtención de carne cultivada. El proyecto Marea II estará destinado a la generación de nuevos materiales de recubrimientos avanzados para la microencapsulación de compuestos sensibles, y a través de Food4one II, AINIA dirigirá sus estudios al desarrollo de una plataforma digital de alimentación personalizada. Además, se utilizará la Agricultura 4.0 para la mejora de la planificación de cultivos en temporada mediante sensores y algoritmos avanzados en el proyecto Agrisme.
AINIA también desarrollará estrategias antimicrobianas dirigidas a los microorganismos causantes de las caries gracias al proyecto Healthytooth II; y materiales higiénicos, basados en la biomímesis, para la mejora higiénica respecto a los materiales habitualmente empleados en las plantas productivas de sectores como el agroalimentario, a través de Biomimat II. Por último, el proyecto Upbiomet + 2 destinará sus estudios a la aplicación de la tecnología de digestión anaerobia en la producción de biometano in situ con la transformación del CO2 en metano extra. Revaloriza II investigará el reciclaje y revalorización de materiales biodegradables y Globalsafefood II dirigirá sus esfuerzos a lograr nuevas técnicas de análisis masivo de datos de seguridad alimentaria basadas en técnicas de inteligencia artificial.
Economía circular para reducir el desperdicio alimentario en el campo
Por otro lado, el Centro Tecnológico AINIA lidera el consorcio interdisciplinar del proyecto europeo LIFE GLEANSMART que contribuirá a reducir las pérdidas de alimentos de frutas, a través de una metodología probada, para planificar estratégicamente nuevos procedimientos de cosecha y recolección.
La finalidad es mejorar la competitividad de los agricultores y disminuir las pérdidas de alimentos para su revalorización, introduciendo esas frutas no recogidas, en una nueva cadena de valor circular. De esta forma, también se reducirán los gases de efecto invernadero derivados del desperdicio alimentario.
La incorporación de la innovación al campo puede impulsar nuevos modelos de negocio y mejorar la eficiencia de la industria agroalimentaria, reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y contribuir a acelerar un cambio hacia sistemas agroalimentarios más sostenibles. Para ello es imprescindible la introducción de estrategias circulares que prioricen la prevención de la pérdida y desperdicio de alimentos, la recuperación y redistribución de alimentos, así como la revalorización de los subproductos generados en cada etapa de la cadena de valor.
Productos análogos a la carne y al pescado
AINIA ha logrado obtener -enmarcado en el proyecto EXT4VEG– alimentos análogos a la carne y al pescado en varias presentaciones como: pulled pork, bocaditos de pollo, cortezas de pescado, análogos veganos para fajitas, timbal de morcilla y diversos formatos que simulan al pescado. En concreto, se han generado nuevas estructuras alimentarias de base vegetal análogas a la fibra muscular de origen animal, mediante la aplicación de la tecnología de extrusión de alta y de baja humedad.
Para lograr estos análogos, en primer lugar, se han analizado las propiedades tecno-funcionales y nutricionales de ingredientes proteicos alternativos procedentes de leguminosas de diversa índole como el mungo, la lenteja, el garbanzo y el haba; de cereales, como el arroz, la avena y el girasol; u otras fuentes como las microalgas y la lemna.
Posteriormente se han sometido a procesos de extrusión de alta humedad (HMEC) y de baja humedad (TVP). La extrusión de alta humedad da lugar a productos análogos a la fibra muscular de origen animal, con apariencia fibrosa, estriada, no expandida, homogénea y una humedad entre el 50 y el 70%. La extrusión de baja humedad permite obtener texturizados proteicos vegetales (Texturised Vegetable Protein: TVP) con una apariencia fibrosa, seca, heterogénea, expandida y humedades muy inferiores.
Durante dicho proceso se ha evaluado el comportamiento de diferentes fórmulas proteicas, así como la influencia de las distintas variables de proceso sobre las características de los productos intermedios que se obtienen. Concretamente, se han evaluado sus propiedades físicas, su microestructura, así como su calidad microbiológica, sensorial y nutricional.
Innovaciones en agrobiotecnología
Asimismo, el Centro Tecnológico AINIA ha presentado en la feria profesional más importante del sector hortofrutícola –Fruit Attraction– sus propuestas más innovadoras en agrobiotecnología y servicios analíticos para el control de contaminantes y residuos.
En concreto, sus innovaciones en tecnologías de microencapsulación para proteger activos sensibles (microorganismos o extractos) y controlar el efecto de un activo con sistemas de liberación prolongada, o liberación controlada, frente a un estímulo concreto: pH, humedad o temperatura, entre otros. El uso de microorganismos para el control de patógenos será otro de los avances tecnológicos que AINIA ha presentado en el certamen. Es el caso de los microorganismos bioestimulantes y para el control de fitopatógenos, de cepas procedentes de su colección de recursos biológicos y genéticos (CRBG), así como productos derivados, como endolisinas obtenidas por síntesis recombinante.
Además, el Centro Tecnológico ha mostrado las innovaciones en materia de calidad y seguridad alimentaria de interés para el sector hortofrutícola, y concretamente, en el desarrollo y acreditación de nuevos análisis de contaminantes y residuos en frutas y hortalizas, como el óxido de etileno, micotoxinas, plaguicidas o alcaloides pirroliziidínicos.
AINIA ha presentado también sus últimas soluciones tecnológicas dirigidas a análisis en laboratorio. Como la técnica ELISA (Enzyme-Linked immunisorbent Assay), una herramienta para detectar y cuantificar sustancias específicas, generalmente de naturaleza proteica. Se utiliza para el análisis de investigación científica y control de calidad en la industria agroalimentaria, proporcionando resultados precisos de alérgenos en alimentos. AINIA también ha presentado los resultados obtenidos en varios proyectos de investigación con la aplicación de tecnologías digitales para la recolección de la fruta en campo mediante robótica móvil, la teledetección de plagas mediante drones con sensores hiperespectrales o la optimización del riego combinando diferentes herramientas y tecnologías digitales.