INESCOP, Centro Tecnológico perteneciente a la red Fedit, trabaja en la validación de tratamientos efectivos para ayudar al cumplimiento del Reglamento europeo de buenas prácticas de higiene, permitiendo así, que los fabricantes de este tipo de calzado puedan ofertar un tratamiento validado. Para ello, dentro del proyecto de I+D “Efectividad de tratamientos desinfectantes en calzado laboral para entorno alimentario (HACCP2)”, financiado por el IVACE y los Fondos Feder, INESCOP está realizando pruebas de uso en colaboración con el Hospital General Universitario de Elda y con el Restaurante Quinta Lacy.
Uno de los riesgos a los que se enfrenta la industria alimentaria y el sector sanitario es la contaminación cruzada por trasiego, o lo que es lo mismo, por el constante movimiento de los trabajadores por las diferentes zonas de las instalaciones de trabajo, lo que contribuye a diseminar microorganismos no deseados, potencialmente patógenos, de un área a otra, con el riesgo que ello supone para la salud de los trabajadores, consumidores y en el caso de centros sanitarios, de los pacientes. Además, el hecho de que los materiales empleados en la fabricación de suelas sean generalmente celulares o microporosos, empeora la situación de contaminación cruzada, ya que su estructura porosa los hace proclives a la retención y proliferación de microorganismos. Por ello, y puesto que el cambio de los materiales en la fabricación de suelas “de momento, no es una opción, ya que este tipo de material es el que hace que el calzado de uso profesional sea mucho más ligero y confortable, la solución más práctica es validar tratamientos desinfectantes efectivos”, asegura Elena Albert, responsable del proyecto.
Para ello, desde INESCOP se están analizando los zapatos empleados por trabajadores del Hospital General Universitario de Elda y el Restaurante Quinta Lacy que, “una vez han sido contaminados en situaciones reales de trabajo, les aplicamos en laboratorio diferentes productos químicos para analizar posteriormente el grado de desinfección conseguida”, explica Albert. Trabajar en la búsqueda de un tratamiento desinfectante eficaz que asegure la ausencia de microorganismos, siempre y cuando se haga un uso adecuado del mismo, “es fundamental tanto para los fabricantes de este tipo de calzado, como para los trabajadores, consumidores y pacientes”, pues hasta la fecha, continúa Albert, “la escasa normativa existente para validar tratamientos desinfectantes no se aplica a los posibles materiales porosos de calzado”.
De este modo, desde INESCOP no solo se trabaja para dar con tratamientos desinfectantes eficaces, sino que además se busca que las empresas de calzado laboral puedan ofertar calzado acorde con protocolos de bioseguridad y con el Reglamento europeo de buenas prácticas de higiene aplicable al sector alimentario, el cual implica la obligatoriedad de implantar sistemas de autocontrol basados en los principios del Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico (APPCC).
Al término del proyecto, y si todo va según lo previsto, “los fabricantes de calzado de uso profesional podrán contar con un tratamiento de desinfección para sus productos, validado por INESCOP, y ofrecer así un valor añadido a sus productos, pues este es un tema que preocupa tanto al sector sanitario como al alimentario, porque lo primero siempre es la salud”, explica Elena Albert.