El Centro Tecnológico Aimplas ha coordinado el proyecto europeo RIGA durante dos años y medio, cuyo resultado ha sido una nueva generación de sistemas de microirrigación que mantienen su funcionalidad hasta el final de su vida útil. Los nuevos sistemas de riego, que son seguros para los seres vivos y el medio ambiente, están basados en poliolefinas estándar con nuevas propiedades antimicrobianas y antirraíces, y son competitivos en costes con los sistemas convencionales.
La necesidad de un uso eficiente del agua, ha impulsado la popularidad de los sistemas de microirrigación. El problema es que en muchas ocasiones se emplea agua que no está suficientemente limpia, lo que implica el rápido crecimiento de varias especies de algas y bacterias. Por otra parte, es frecuente que las raíces de los
propios cultivos crezcan en busca de agua hacia los goteros de microirrigación, llegando a obturarlos.
Para dar solución a ambos problemas, AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, ha coordinado durante dos años y medio el proyecto europeo RIGA que concluye ahora y cuyo resultado ha sido el diseño y la implementación de nuevos sistemas de riego basado en poliolefinas estándar con nuevas propiedades antimicrobianas y antirraíce que permiten aumentar su funcionalidad hasta el final de su vida útil y contribuyen a la reducción del consumo de agua por la menor limpieza requerida, en comparación con los sistemas actuales en el mercado. Se trata de un producto de coste competitivo, más seguro para los animales y las plantas, y más respetuoso con el medio ambiente, ya que no se han empleado sustancias tóxicas ni herbicidas. Los nuevos sistemas consisten en tuberías y goteros planos que pueden emplearse para la irrigación y fertirrigación de diferentes tipos de plantas, como las ornamentales, las hortalizas y los cultivos frutales, por lo que los resultados del proyecto están dirigidos a los productores, distribuidores e instaladores de tuberías y goteros, agricultores, productores y al sector de la horticultura de invernaderos.
Eficiencia y seguridad validadas
Durante el proyecto se han realizado pruebas de validación de las tuberías y los goteros en campo y en invernadero para validarlos y mejorar el producto final. Durante las mismas se tuvieron en cuenta diferentes aspectos en relación con la distribución del agua, la presencia de biofilm en el interior de las tuberías, los defectos en goteros y tuberías, y la calidad del cultivo. Las tuberías y goteros que contenían aditivos antimicrobianos y antirraíz tuvieron resultados prometedores en comparación con los productos tradicionales, ya que garantizaron un índice de flujo constante durante todo el periodo de experimentación.
La presencia del aditivo antimicrobiano inhibió el crecimiento de la población de hongos en el interior de las tuberías, con una clara correlación con el aumento de la concentración del aditivo, por lo que finalmente, las nuevas tuberías aseguraron un rendimiento y una calidad de los cultivos comparable a los sistemas convencionales. Además, en el proyecto se ha llevado a cabo un análisis del ciclo de vida para evaluar el impacto medioambiental de la nueva tubería. El resultado es que, puesto que la tubería puede utilizarse para periodos más largos, se genera una menor cantidad de residuos plásticos y de emisiones de gas. Finalmente, se ha estimado un análisis de los costes para asegurar que el nuevo producto será competitivo con los sistemas actuales, con una diferencia de menos del 10%.
Beneficios para la industria y la agricultura
En general, la subvención europea para el proyecto RIGA ha ayudado al consorcio a encontrar nuevas oportunidades de negocio para las empresas que han participado en el proyecto (IRRITEC y GALLOPLAST), a solventar problemas reales de los agricultores y productores en Europa por medio de la información proporcionada por los centros de investigación que participan en el proyecto (CERSAA, PCG, PCS) y a comenzar acciones de carácter innovador sobre tecnologías de irrigación que puedan llevar al desarrollo del
equipamiento y sistemas con un menor impacto medioambiental, debido a la reducción del consumo de plástico en el sector de la agricultura, gracias a la experiencia del coordinador del proyecto (AIMPLAS).
Los seis socios del proyecto proceden de tres países: Bélgica, Italia y España.
AIMPLAS: instituto tecnológico centrado en el sector del plástico, situado en Valencia (España), coordinador del proyecto. AIMPLAS ha contribuido en la optimización de masterbatches con propiedades antimicrobianas y antiraíces para su empleo en la fabricación de tuberías extruidas y goteros inyectados.
GALLOPLAST: empresa española especializada en la producción de masterbatches con aditivos y pigmentos para materiales plásticos. Ha obtenido dos masterbatches para el proyecto RIGA, uno de ellos con propiedades antimicrobianas y otro con funcionalidad antiraíz.
IRRITEC: empresa italiana especializada en la producción y desarrollo de productos de irrigación y componentes de filtración. Su principal papel en el proyecto RIGA ha sido la incorporación de los masterbatches con nuevas funcionalidades desarrollados en el proyecto, para obtener un innovador sistema de microirrigación.
CERSAA: agencia especial de la Cámara de Comercio, Industria, Artesanía y Agricultura “Riviere di Liguria”, situada en el noroeste de Italia, frente al mar de Liguria. Su labor ha sido la puesta en marcha del proyecto en relación con la investigación aplicada al sector agroambiental y en diferentes servicios de extensión dirigidos a agricultores y técnicos.
PCS – Ornamental Plant Research: centro de conocimiento independiente para ornamentales y servicios públicos ecológicos ubicado en la región de Flandes, Bélgica. Su actividad se centra en la investigación aplicada y los servicios de extensión para proveer de soluciones a los cuellos de botella del sector y dar respuestas a los productores.
PCG – Vegetable Research Centre: centro para la investigación aplicada y los servicios de extensión en la producción de hortalizas reconocido por el gobierno de Flandes. La principal tarea de PCG es la recopilación y la diseminación de conocimiento a todos los agentes en los sectores de la agricultura y horticultura. PCG trabaja como enlace entre los agricultores locales y las organizaciones agrícolas, instituciones de investigación y diferentes delegaciones del gobierno.
Para más información: www.rigaproject.eu