Publicado en El Mundo
7 de junio de 2015.-
Por Áureo Díaz-Carrasco
Una sociedad que pretenda ser competitiva en un entorno como el actual precisa de soluciones tecnológicas a las que sólo se puede llegar mediante la investigación, el desarrollo y la innovación. En este contexto, los Centros Tecnológicos son los organismos de investigación más eficientesde los que se puede dotar a la sociedad para convertir conocimiento en valor de mercado.
Por muchos motivos, pero fundamentalmente por su cercanía a las necesidades empresariales y su conocimiento del lenguaje, los ritmos de desarrollo, los costes de producción y los parámetros de calidad que necesitan las empresas para incluir un producto innovador en el mercado, estos centros son el aliado idóneo de las empresas o la industria. Almohadas para reducir las apneas del sueño,smartphones para personas con deficiencias visuales, gafas biodegradables a partir de residuos en la fabricación de zumos o materiales de extrema ligereza para construir aviones son sólo algunos de los ejemplos desarrollados por estos institutos cada año mediante la investigación científica o tecnológica.
El valor diferencial de los centros tecnológicos es que son críticos para la mejora de la competitividad de la sociedad a través de su tangible aportación al crecimiento del tejido empresarial e industrial español. Su actividad está siempre orientada a conseguir un impacto en el desarrollo de las empresas para las que trabajan. Su trabajo sólo tiene sentido si pueden aportar beneficios de cualquier tipo, mejorando el volumen de negocio, sus márgenes de rentabilidad, su competitividad o su capacidad para atraer profesionales cualificados.
Estos centros son organismos de investigación privados sin ánimo de lucro y están inscritos en un Registro nacional gestionado por el Gobierno. Intervienen en la práctica totalidad de sectores industriales y están localizados en todas las Comunidades Autónomas, porque han demostrado que contribuyen al desarrollo económico de su entorno. Este colectivo de más de 60 organizaciones emplea a unas 7.000 personas y que factura del orden de 550 millones de euros cada año.
Su papel no es el de meros intermediarios entre la ciencia desarrollada con fondos públicos y la empresa, sino que son organismos que generan conocimiento y lo aplican al mercado. offshore centre Con menos personal investigador, compiten con otros organismos de investigación públicos y consiguen mejores resultados relativos en función del número de investigadores en el estímulo de la financiación empresarial de la I+D y en la cooperación para la innovación con respecto a las universidades y organismos públicos de investigación.
Sin embargo, las políticas españolas de ciencia y tecnología no se apoyan suficientemente en los Centros Tecnológicos para aumentar los índices de inversión privada en I+D+i, que siguen cayendo y que se encuentran muy por debajo de los países de referencia. Las empresas españolas confían en los Centros Tecnológicos para hacer I+D+i, pero éstos encuentran muy difícil acomodo en las políticas nacionales de fomento y su financiación por parte de la Administración está muy por debajo de la que aplican desde hace años otros países de nuestro entorno que presentan mejores indicadores de competitividad.
Desde la Federación Española de Centros Tecnológicos, pensamos que desde la Administración se debe apostar por potenciar el papel de estos centros y aprovechar la oportunidad para que nuestro país avance posiciones en la senda del crecimiento económico.