El Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, Aidima, anima a las empresas a presentar proyectos para la actual convocatoria ‘Instrumentos Pyme’ dentro del programa Horizonte 2020 impulsado por la Comisión Europea, que permanecerá abierta hasta finales de 2015, y cuya próxima evaluación de solicitudes acaba el próximo 17 de junio.
El Instituto Tecnológico Aidima le asesora y guía en todo el proceso de esta convocatoria destinada a las pequeñas y medianas empresas con ambición de crecer en mercados internacionales a través de propuestas de negocio innovadoras incluidos en los temas definidos. El programa está configurado como un proyecto demostrador para acelerar la llegada al mercado, que debe enfatizar no sólo lo que se pretende comercializar, sino cómo se va a hacer. Por tanto, no es sólo un proyecto de desarrollo de productos, procesos o servicios.
El objetivo es lograr que los evaluadores se convenzan de la viabilidad del negocio desde la primera página del proyecto demostrando que se conoce el mercado y que no hay riesgo técnico en la propuesta, es decir, que la parte fundamental de investigación y desarrollo ya está hecha.
Los temas en los que se puede presentar una propuesta al programa incluyen los sistemas de producción avanzados, nuevos materiales, nanotecnología, biotecnología, energía, transporte, TICs, y alimentos, entre otros.
Tres fases
La vía de financiación se aborda en tres fases mediante subvención directa con fondos europeos. En la primera, la empresa recibe 50.000 euros de subvención a fondo perdido para estudiar la viabilidad comercial y técnica de la propuesta innovadora que realicen.
Para la propuesta ya debe de existir un prototipo o estar muy cerca de conseguirlo. No puede ser sólo una idea, sino que del producto o servicio debe haber sido desarrollado previamente y cuya comercialización no ha podido realizarse porque es necesario completar el desarrollo, realizar pruebas con clientes, validar la viabilidad comercial, etc.
En estas condiciones, es obvio que el proyecto que se presente debe estar cerca del mercado, es decir, potencialmente comercializado en una plazo de dos o tres años, y no puede tratarse de un proyecto de I+D que empiece a desarrollarse a expensas de la concesión de la ayuda.
En una segunda fase, se apoya la investigación y el desarrollo centradas en las actividades de demostración (pruebas, prototipos, estudios de ampliación o adaptación, procesos piloto, verificación del rendimiento, etc.) y la replicación comercial. La financiación, también en forma de subvención, varía entre 500.000 y 2.000.000 de euros.
En la tercera fase de comercialización no se ofrece financiación, sino que se facilita el acceso al capital privado y a entornos de apoyo en materia de innovación. Las pyme también se beneficiarán de medidas de apoyo como redes, formación, asesoramiento y consejos. Asimismo, esta parte puede enlazarse con medidas para promover la contratación precomercial y la contratación de soluciones innovadoras.
El Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) dependiente del ministerio de Economía y Competitividad indica que el proyecto presentado debe ser el proyecto fundamental que tiene la empresa para su crecimiento estratégico, que supone que la dirección de la empresa tiene muy claro el modelo de negocio asociado al proyecto, y es capaz de aportar la información que lo demuestra, y que el producto, proceso, y servicio que constituye la base del proyecto ya es funcional, aunque pueda ser perfeccionado su desarrollo, o mejorado o completado en sus características mediante algunas acciones de I+D.