Responde al reto de que la industria cerámica aumente su competitividad en el ámbito del Green Business y hacer frente a la competencia internacional, a las adaptaciones tecnológicas, a las nanotecnologías y la reducción de los impactos industriales en el entorno.
El Área de Sostenibilidad del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) está desarrollando a través del proyecto TERRA varias líneas de investigación paralelas, con la característica común de estar encaminadas a desarrollar procesos y productos más saludables, sostenibles y eco-eficientes dentro de la industria cerámica.
El planteamiento de este proyecto responde al complicado momento económico que afecta a la industria cerámica, que debe hacer frente a una fuerte competencia internacional; las adaptaciones tecnológicas, que son complejas y novedosas, como por ejemplo, las nuevas tecnologías de decoración digital o inkjet y las nanotecnologías y la reducción en todo lo posible de los impactos industriales en el entorno, para aumentar la competitividad en el ámbito del Green Business.
Por ello, desde diferentes grupos de trabajo, se han abordado todos estos retos decisivos que se le plantean al sector.
En materia de medioambiente, además de los estudios de caracterización y reducción de emisiones atmosféricas ya iniciados en proyectos anteriores, se ha dedicado un gran esfuerzo a desarrollar modelos de valoración de impactos ambientales según las metodologías basadas en estudios de Análisis de Ciclo de Vida, que después se podrán transformar en herramientas de comunicación ambiental, de forma que permitan a las empresas valorar sus impactos y poder reducirlos para así poder ser más competitivas, especialmente con otros productos o materiales alternativos.
También se valora en este apartado encontrar nuevas aplicaciones en las que se tengan en cuenta los aspectos positivos que introducen los materiales cerámicos en la construcción sostenible y en diversos proyectos arquitectónicos o de urbanismo. En este sentido, muchas empresas del sector cerámico se han beneficiado de esta línea de trabajo y han podido obtener Declaraciones Ambientales de Producto, por las que disponen de una ecoetiqueta y un informe muy detallado de todos los impactos ambientales de sus productos.
Por otra parte, dado el creciente interés por el uso de materiales nanoestructurados y su posible impacto sobre la salud, el proyecto ha abordado el estudio de estos materiales desde el ámbito de la seguridad y la salud laboral. En este sentido, se ha estudiando una posible problemática de salud laboral derivada de la exposición a nanopartículas. La idea ha sido determinar el nivel de concentración de nanopartículas en ambientes laborales reales y simulados, utilizando un contador de nanopartículas CPC. El diseño y montaje de un equipo de generación de emisiones difusas de materiales pulverulentos ha permitido el estudio sistemático de la concentración de nanopartículas en la emisiones generadas con diferentes materiales y condiciones, tanto al manipular materiales pulverulentos convencionales como materiales nanoparticulados. Estos estudios tienen la finalidad de diseñar los métodos de trabajo más adecuado para reducir los posibles riesgos laborales, y permitir disfrutar, minimizando riesgos, las grandes ventajas y oportunidades que ofrecen los materiales nanoestructurados para el desarrollo de la industria cerámica.
En el ámbito de la energía, TERRA se ha centrado en aumentar la eficiencia energética de la etapa de cocción de baldosas cerámicas, etapa responsable del 60% del consumo de gas natural en las instalaciones industriales. Aquí los esfuerzos se han orientado a optimizar los sistemas de combustión, con un control exhaustivo de los parámetros de operación en los quemadores de los hornos, así como maximizar el aprovechamiento del calor residual del proceso de cocción. Finalmente, en esta línea de energía se ha dedicado una parte del trabajo al estudio de la viabilidad del uso de la biomasa en los procesos cerámicos, un recurso muy interesante por ser de origen renovable, y para el cumplimiento de los objetivos derivados del Protocolo de Kyoto, pero que en estas aplicaciones presenta serias dificultades tecnológicas.